Convocan a talentos locales a participar en la Aldea Mágica de Huamantla
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de diciembre de 2018.- Desde hace más de medio siglo, en un hogar ubicado en la calle de Iztaccíhuatl número 170 en la colonia General I. Martínez, en la capital potosina, la familia Galindo Loredo mantiene instalado de manera permanente, durante los 365 días del año, el nacimiento instalado por Vicente Galindo Ramírez, quien murió hace dos años.
Así, la familia Galindo mantiene viva la tradición de las posadas, fiesta popular que nos caracteriza a los mexicanos.
Durante los nueve días previos a la Navidad, del 16 al 24 de diciembre, más de 60 niños acuden a pedir posadas en esa casa.
Los trece hijos de don Vicente Galindo Ramírez y doña Josefina Loredo, decidieron mantener la celebración en tributo a sus padres.
Él murió hace dos años y ella hace cinco.
María Rebeca Galindo Loredo, la cuarta hija de trece, recuerda que su papá inició el nacimiento, que ahora ocupa una habitación de aproximadamente 10.5 metros cuadrados, como un pequeño portal que de casi dos metros de extensión.
“Mi padre se concentraba en su arte o al menos así considero su creación… trabajaba con entusiasmo, así sentía porque recuerdo que le ayudábamos; tráeme el yeso tráeme las piedritas, nos decía”, recordó Rebeca.
El nacimiento simula ser de piedra, pero en realidad es de nieve seca que el señor Vicente Galindo modificó y pintó para cubrir muros y techo.
El nacimiento es decorado con pastle, musgo y aserrín color naranja, el cual asemeja un camino de tierra.
Animales pequeños y grandes, así como pastores, cuyas figuras son elaboradas con yeso, se colocan en dirección al portal de Belén, donde María y José esperan la llegada del niño Dios.
La señora Rebeca recuerda que su padre cuidaba el nacimiento con amor y cariño.
“En un principio lo protegía de la lluvia con láminas de acero”, hasta que él mismo construyó la habitación que le dedico al nacimiento.
Durante su último año de vida don Vicente, que falleció a los 85 años, completó el nacimiento.
El día del festejo, en noche buena, una hora antes de la natividad del niño Jesús, la familia Galindo Loredo se reúne a “rezar el rosario, adorar al niño dios, arrullarlo y enseguida a cenar”, indicó Rebeca.
Como parte de su legado, don Vicente replicó el nacimiento en el hogar de cuatro de sus hijos.
Además, en la capital potosina hay otros 15 nacimientos más de personas que lo contrataron para instalarles uno similar en sus viviendas.