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CIUDAD DE MÉXICO., 11 de diciembre de 2019.- La investigación y proceso que se estableció en una Corte de Nueva York contra Joaquín el Chapo Guzmán fue la misma que llevó a la detención del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, refirió el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Dijo que la Fiscalía General de la República abrió una investigación en México que contará con el respaldo de la información que pueda aportar la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda sobre movimiento de flujos de dinero o bienes.
Refirió que el proceso que se sigue contra el ex funcionario federal en Estados Unidos lleva varios meses que inició por lo cual descartó que se trate de un proceso conformado recientemente.
López Obrador dijo que conforme avancen las investigaciones en Estados Unidos saldrán a la luz si otros ex funcionarios en México pudieran estar implicados en la recepción de dinero del Cártel del Sinaloa, tal y como se señala que sucedió con García Luna.
“Se reafirma con esto que el principal problema de México era la corrupción. Imaginen que las autoridades responsables de la Seguridad estaban sobornadas.
Qué garantía hay para los ciudadanos sino existe una frontera entre autoridad y delincuencia, pues no hay una posibilidad de garantizar la seguridad y la paz”, aseveró.
Aunque pidió no adelantar juicios hasta que concluyan las investigaciones, el Presidente dijo que no se defenderá o se ocultará algún hecho delictivo.
La Unidad de Inteligencia Financiera solicitó recientemente a los bancos congelar las cuentas de García Luna pero aún se trata de un proceso en curso, como sucede con investigaciones que realiza esta entidad en contra del lavado de dinero, destacó López Obrador.
Abundó que desde que García Luna era encargado de la Seguridad, él desde la oposición criticó el despliegue policial que realizaba el entonces funcionario para combatir a la delincuencia organizada.
“García Luna tenía fascinados a los periodistas, no a todos, pero si a los más famosos, me acuerdo que los metía a un búnker y les mostraba pantallas y salían de ahí a escribir maravillas, cosas extraordinarias”, recordó.