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TLAXCALA, Tlax., 14 de Septiembre de 2018.- Luego haber señalado en días pasados a los comisionados David Cabrera y Francisco Morones como los culpables de obstruir su trabajo y argumentar, una vez más, ser víctima de violencia de género por parte de sus compañeros de trabajo, la presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública del Estado de Tlaxcala (IaipTlax), Marlene Alonso Meneses, después de dos meses, sigue sin hacer lo correspondiente para publicar los lineamientos para la verificación de las obligaciones de transparencia de los 135 entes públicos del Estado de Tlaxcala.
Esta omisión por parte de la Presidenta Alonso, la de no enviar el citado documento a la Oficialía Mayor de Gobierno, para su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, ha generado la inacción del órgano garante en materia de transparencia y como consecuencia, no se ha podido iniciar la verificación de las obligaciones de transparencia en este 2018, las cuales, a partir de este año, son vinculantes a medidas de apremio.
Lo anterior, además, genera una afectación a las personas, pues el IAIP, a través de las verificaciones de oficio, debería detectar la falta de cumplimiento de los sujetos obligados a la ley de transparencia del Estado de Tlaxcala y aplicar las medidas de apremio correspondientes.
Como se recordará, el pasado primero de junio de este año, en la celebración de la séptima sesión ordinaria del Pleno del IAIP, se presentó un proyecto denominado “Procedimiento de verificación que reglamenta el título quinto, capítulo V, de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Tlaxcala”, por parte de la comisionada Alonso, el cual fue rechazado por sus homólogos David Cabrera y Francisco Morones, no por cuestiones de género, sino porque el documento presentado por la Presidenta, carecía de criterios de certeza y certidumbre para realizar la verificación, además de no haber sido tomados en cuenta en la elaboración del proyecto. Debido a esto se pidió en dicha sesión realizar un proyecto conjunto entre los tres comisionados y el personal responsable del área de verificación.
Sin embargo, en la octava sesión ordinaria, dicho tema no fue considerado por la presidencia en el orden del día, fue hasta la novena sesión cuando se contempló nuevamente la presentación del proyecto por parte de la comisionada Marlene Alonso, pero una vez más no contó con la aprobación del Pleno, pues el documento, no consideraba las observaciones realizadas por los comisionados Morones y Cabrera.
Ante esto, y a propuesta de la Presidencia, en la novena sesión ordinaria del Consejo General del Instituto, se returnó la elaboración del proyecto a la ponencia número uno, a cargo del comisionado Francisco José Morones Servín, quien presentó su proyecto al Pleno en la décima sesión ordinaria, celebrada el 19 de junio de 2018, sin embargo el documento no fue aprobado pues al parecer, en un velado acto de revanchismo, la Presidenta Comisionada Alonso Meneses hizo algunas observaciones.
Sin embargo, en la décimo primera y décimo segunda sesión tampoco se aprobó el documento.
Fue hasta el 13 de julio, en la décimo tercera sesión ordinaria del Pleno, cuando por mayoría de votos de los comisionados Morones y Cabrera, y el voto en contra de la comisionada Alonso, se aprobó el proyecto presentado por el comisionado José Francisco, el cual, como ya se mencionó, establece los “lineamientos para el procedimiento de verificación, evaluación y vigilancia de la información en materia de transparencia, que los sujetos obligados del Estado de Tlaxcala, deben cumplir de conformidad con lo establecido en el título quinto, capítulo V, de la ley de transparencia y acceso a la información pública del Estado de Tlaxcala, a través de su portal de internet institucional y en la Plataforma Nacional de Transparencia”.
En esa misma sesión, del viernes 13 de julio, los lineamientos fueron entregados a la presidencia, quien en uso de sus atribuciones, debía enviarlos a publicar en el periódico oficial del Gobierno del Estado de Tlaxcala.
Sin embargo, hasta el día de hoy, dos meses después, el documento sigue sin ser públicado.
Esta desidia sí frena el trabajo al interior del organismo, frena la operatividad del Instituto de Acceso a la Información Pública y va en detrimento de la transparencia gubernamental y de la sociedad en general.