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Se olvido del frijol con gorgojo, pero López Obrador insiste en acabar con la corrupción y en ser un político diferente
Tlaxcala, Tlax. 19 Febrero 2017.-Las ráfagas de viento que azotaron a Tlaxcala en los últimos días se amansaron y dieron paso al ciclón tropical de Macuspana, Andrés Manuel, el mismo que habla de un Acuerdo político de unidad por la prosperidad del pueblo, de acabar con la corrupción, de terminar con los mismos de siempre, de justicia, honestidad, transparencia y amor.
Ese huracán que a su paso, en busca de la Presidencia, lo mismo suma políticos expriístas, que a exgobernadores, exlíderes azules, senadoras y exdiputados y al mismo tiempo arremete contra la clase política y que dice arrasará con la mafia del poder.
Bajo el abrigo de un cielo despejado, entre una calurosa pero soportable temperatura, rodeado de banderas guinda con blanco, que representan los colores del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), cientos de personas se agruparon en el Centro Histórico de Tlaxcala, al costado de la Plaza de la Constitución para escuchar la voz de quien dice es la esperanza para México.
Lo mismo se veía a grupos en apoyo a Lorena Cuéllar Cisneros, senadora y excandidata al gobierno del estacdo, con banderas y lonas que lucían su imagen en fondos rosas y amarillos, que a simpatizantes de la también Senadora Martha Palafox, uno que otro expanista, muchos perredistas y hasta algún exgobernador que desde su heterodoxia semanal ha manifestado la necesidad de un cambio de país.
El mitin y la cantidad de colores y mantas, son un recordatorio de que Andrés Manuel López Obrador, alguna vez, también fue perredista y remotamente traerán recuerdo de que alguna vez formó parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
De los asistentes, gran cantidad de ellos adultos mayores, están expectantes ante quien les ha prometido esperanza y un futuro mejor (que luego de dos fallidos intentos por tener la silla presidencial, no ha mermado en sus intentos).
Y al fondo, un templete con la imagen de José María Morelos y Pavón, Benito Juárez, Francisco Villa, Lázaro Cárdenas, símbolos libertadores, defensores de la soberanía nacional, y entre ellos sólo falta el líder partidista, pues son más de las cinco de la tarde y él aún no ha llega.
Y es que, desde las 16:30 horas que llegaron algunos de los congregados, ocuparon el mejor lugar disponible solo por tener un saludo, una mirada, una seña de complicidad. Los más afortunados podrán estrecharle la mano, tomarse una selfie, o escuchar palabras de ánimo de ‘El mesías’ como ha sido satirizado en medios de comunicación o en los ya conocidos memes.
17:33
Llega una banda de música y con ella una mayor cantidad de personas con banderolas de MORENA y al frente de ellos Lorena Cuellar, quien aún conserva el músculo de la pasada contienda electoral, y como fondo la voz del animador, que se va perdiendo al nombrar a los municipios que acudieron al encuentro, y entre ellos suena la representativa bocina de una locomotora, que avisa la presencia del rielero municipio de Apizaco.
El tiempo pasa y el ánimo no decrece, más aún cuando se anuncia que Andrés Manuel López Obrador, figura principal de esta reunión está saliendo de un céntrico restaurante, significativo no sólo por su gastronomía o temática dedicada enteramente a lo mejor de la Fiesta Brava, sino por ser uno de los recurrentes puntos de reunión para los políticos en el Estado.
Mientras la gente que llegó poco después de la hora acordada continúa buscando el mejor sitio; en tanto los comerciantes no perdieron su oportunidad para vender artículos (gorras, playeras, pulseras, lapiceros, banderas y hasta libros escritos por AMLO – y qué curioso, estoy seguro de ver también gorras y pañuelos con la imagen del Che Guevara), con las siglas del partido.
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Se escucha la popular canción “Gonna Fly Now” de Bill Conti (mejor conocida como el tema de la película Rocky), que anuncia la llegada de AMLO, quizá por la fuerte preparación que ha realizado para volver al ring de la contienda electoral, y a quien los tlaxcaltecas reciben precisamente como ‘el mesías’ en su entrada a Jerusalén, sólo que en lugar de palmas, ondean las banderas y en lugar de oraciones se unen en vítores, aplausos y gritos de: “¡Obrador, Obrador!”.
Inicia la firma del pacto que pretende ‘enfrentar a la cúpula partidista’, por el bien del pueblo mexicano y nombre a nombre, llegado el turno de Cuéllar Cisneros, sus simpatizantes prorrumpen en aplausos y bullas para demostrar su respaldo, al parecer avalan que la Senadora apoye al proyecto del izquierdista; en cambio, llegado el turno de Martha Palafox, son pocos los aplausos dedicados y los demás, entre risas de nerviosismo, dan cuenta de ello.
Eso sí, para quien pudo captar el momento, ahí se veía a Palafox, a la diestra de AMLO y en la siniestra, Cuéllar Cisneros, sonrientes ambas a pesar de lo acalorado que estuvo la pasada jornada electoral, de los dimes y diretes.
Comienza el discurso del ‘Peje’ quien dice que si bien lo llaman de esa manera, no es lagarto (corrupto), y busca presentarse como un político diferente al de la mafia del poder; durante su última visita, en el cierre de campaña de Martha Palafox, dos frases se hacen presentes, las más conocidas que hoy brillaron por su ausencia: “Frijol con gorgojo” y “Nos están llevando al despeñadero”.
Sin embargo sus demás frases contra las reformas estructurales, criticas al gobierno federal y al reafirmar sus compromisos de campaña con jóvenes, productores del campo y adultos mayores, son recibidas con aplausos y toque de banda, con vivas y chiflidos.
Poco mas de media hora de discurso que culmina con el grito de “¡Que viva el pueblo de Tlaxcala! ¡Que viva Tlaxcala! ¡Viva México!” y finalizado el canto del Himno Nacional, la gente se agolpa en la parte trasera del templete, le dan regalos y escucha las muestras de apoyo: “Vamos a ganar”, “Presidente, presidente”, “No se le olvide echar abajo las reformas”.
Un grupo de seguridad lo protege en su paso, mientras unos quieren abrirle camino para que pueda llegar a su transporte, hay quienes empujan, y jalan a la gente de los brazos para quitarlos de en medio y al ser encarados se escudan en un “Es que va a a pasar”.
Como siempre guardando distancia de los medios de comunicación, mismos que, al saber que AMLO no se presta a entrevistas, prefieren no repetir un bochornoso momento como el de su ultima visita, donde uno de sus resguardos increpó a un periodista diciéndole que era igual que los demás solo porque su patrón (AMLO), así lo decía.
Aún así y en elevada voz le preguntamos: ¿Se ven difíciles las próximas elecciones? Obrador se limita a negar con la cabeza, quizá es un ‘No’ de “No daré entrevistas” o un ‘No’ de “No serán difíciles”. Sólo él lo sabrá.