Libros de ayer y hoy
Por el huele moles
Las No lecciones de las elecciones…
En esta entrega seguimos con el análisis de las “no lecciones” de las elecciones del año 2018 toca el turno para el Partido Acción Nacional.
Después del desaseo y del uso personal del CEN del PAN por el joven maravilla, Ricardo Anaya, para construir su candidatura y después la coalición “Por México al Frente” el máximo órgano de dirección de ese instituto político quedo destrozado políticamente, en el ridículo electoral y en la bancarrota sus finanzas que comprometen la operación de un partido que hoy depende exclusivamente del financiamiento público porque los ingresos vía moches se acabaron con la 4T.
Con ese desolador panorama el blanquiazul desarrolló la renovación de su presidencia vía el acuerdo político entre los gobernadores y el hoy presidente nacional Marko Cortes Mendoza; renunciando de facto a su vocación democrática para elegir y conseguir con el voto de los militantes una mínima legitimidad, en el peor momento de credibilidad y de confianza ciudadana, para el partido fundado por Manuel Gómez Morín. La participación en la “contienda interna” de Manuel Gómez Morin, nieto del fundador, solo fue testimonial y finalmente terminó aceptando alguna participación de medio pelo en la estructura nacional que hoy dirige Cortés Mendoza.
El PAN perdió una gran oportunidad de transitar su catarsis post electoral vía una elección democrática que liberara al nuevo presidente y a su equipo de ataduras y del reparto de posiciones para los incondicionales y leales al “yunque”, a los gobernadores que solo van a cuidar la parcela y los intereses de sus respectivos jefes políticos esperando los traspiés y hierros de la dirigencia nacional para tomarla por asalto como se llegó a especular en la pasada elección de junio del presente año.
La tragedia del albiazul siguió y se desplomó con la caída del Helicóptero en donde viajaban la gobernadora de Puebla Marta Erika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle, coordinador de los senadores, ya que la dirigencia nacional nunca supo conducir una crisis de esa magnitud para esclarecer los hechos y reposicionar los logros de un controversial gobierno de Rafael Moreno Valle y Toni Gali que les permitió vencer, con todo y efecto AMLO, al hoy gobernador Luis Miguel Barbosa.
Que decir de la desastrosa conducción nacional de Marco Cortés Mendoza en la designación del gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido, y del dedazo del candidato a gobernador, Enrique Cárdenas Sánchez, que llevaron al rompimiento definitivo del Morenovallismo con las cupulas estatal y nacional de Acción Nacional que terminó en entregar una de las gubernaturas más valiosas para Acción Nacional.
Por si esto no fuera poco apenas la semana anterior casi todos los diputados locales del PAN, nueve para ser exactos, junto otros legisladores de otras fuerzas políticas le dieron al gobernador electo de Morena, Jaime Bonilla, una reforma constitucional que amplia de 2 a 5 años el periodo de gobierno en medio de la escandalera nacional que revela de cuerpo entero la voracidad y deshonestidad de los legisladores panistas y la falta de atención, operación política y autoridad institucional de Comité Directivo Estatal y del Comité Nacional del PAN.
En ese escenario pobre, muy pobre, está la reacción y la posición política del CEN del PAN que hoy solo amaga con iniciar procesos de expulsión para sus legisladores pero que ya surgen dudas y sospechas sobre la anuencia del jefe nacional panista para dar luz verde al voto pro morenistas.
En las entidades federativas se repiten los patrones del CEN del PAN y se están eligiendo dirigentes sin la capacidad y la experiencia para ser una oposición inteligente que les permita cumplir con su misión de ser contrapeso natural de quien ostenta el poder en turno y reduciendo su actuación al jueguito de la unidad interna y los eventos del “club de tobi” asumiendo una posición de confort y apostándoles a conseguir la primera pluri estatal o federal.
En Tlaxcala basta decir que los dos diputados locales con que cuenta Acción Nacional, para variar, se encuentran divididos. Al menos así lo han dejado ver en posiciones y votaciones en el congreso del estado; legisladores federales, Diputados y Senadora totalmente sueltos y alcaldes que se manejan por la libre y algunos entre escándalos sin que nadie los controle, les ayude o les sancione por abusos y excesos en su quehacer gubernamental.
El PAN nacional y estatal hoy navega como oposición reactiva y con nulos resultados a los desaciertos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Marco Mena, respectivamente; mientras que sus gobernadores se toman la foto en palacio nacional y permiten el golpeteo mediático a un colega suyo, Pancho Domínguez, Gobernador del Querétaro por el presunto delito de lavado de dinero y delincuencia organizada sin que su jefe nacional ni sus hermanos gobernadores muestren un poco de solidaridad.
Acción Nacional sigue siendo rehén político de la “onda grupera” sirviéndose con la cuchara grande en el capitulo 1000 para la alta burocracia nacional, estatal y apartando, anticipadamente, candidaturas para “los mismos” olvidándose que el PAN nació como instrumento y escuela de ciudadanos para combatir en lo que hoy se han convertido en un partido antidemocrático, autoritario y plagado de corruptelas entre las autoridades emanadas de su siglas.