La Armada de México es un baluarte de libertad: Claudia Sheinbaum
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ACAPULCO, Gro., 31 de octubre de 2020.- Acapulco es el epicentro de la pandemia de coronavirus en Guerrero, pero eso no evita que turistas y locales ignoren las disposiciones de salud, aún cuando existe el riesgo de regresar a semáforo rojo.
Basta recorrer las plazas, mercados, bancos, bares, pero principalmente las playas y el transporte público, para darse cuenta que se han relajado las medidas sanitarias.
En un recorrido en lugares donde se dan estas aglomeraciones masivas, se constató que pocas personas utilizan el cubrebocas y la aplicación del gel antibacterial, antes de ingresar a zonas consideradas por la autoridad como de alto riesgo.
Por ejemplo, en la explanada del Zócalo, donde se hacen pruebas de Covid 19 de manera gratuita, acapulqueños se aglomeran debido a que las autoridades atienden 15 personas por día, mientras que hay quienes simplemente llegan a convivir en las bancas o dentro de los negocios de la zona.
En cuanto a los bares, desde que se permitió su reapertura bajo algunas restricciones el pasado 31 de agosto, van más de 60 clausuras por incumplir las medidas como la capacidad máxima de 30 por ciento y al aire libre; los lugares cerrados aún siguen sin poder reabrir. También, en los bancos se genera una gran aglomeración de personas.
Las autoridades pidieron regular el ingreso en el interior, pero afuera, se forman grandes filas, en las que no se respeta la sana distancia y el uso de cubrebocas. Sin embargo, las playas y el transporte público es donde se da el arribo masivo de personas, lo que ha generado polémica en redes sociales, ya que se incumple con los lineamientos.
El Acabús ha sido el sistema de transporte que más incumple este desacato, ya que mucha gente viaja aglomerada día con día por falta de vehículos. Este viernes, la Secretaría de Turismo estatal reportó una ocupación hotelera de 23.3 por ciento en Acapulco.
En el recorrido, se constató una afluencia masiva de visitantes en la franja de arena, quienes ignoran la restricción de horario que es de 7 de la mañana a 7 de la tarde, y se quedan hasta altas horas de la madrugada para consumir bebidas alcohólicas.
El llevar alcohol a la franja de arena también quedó prohibido una vez que se anunciaron las medidas de la nueva normalidad, pero también es otra medida que se ignora en el puerto.