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TARETAN, Mich., 1 de septiembre de 2019.- Un grupo de vecinos de este municipio se han revelado en contra del sacerdote de la parroquia de San Ildefonso, Francisco Javier Valencia Durón, quien presuntamente, ha incurrido en distintas actividades anómalas que ha causado la inconformidad de los feligreses y exigieron al Obispo de Zamora el cambio del representante de la iglesia, pero inexplicablemente se negó a removerlo.
Ante la enorme irritación que ha causado el asunto entre los católicos este primero de septiembre, el párroco Valencia Durón, convocó a un reducido número de seguidores para que cierren las puertas de la iglesia y que no se celebren las misas como signo de protesta, toda vez que gran parte de la comunidad católica de Taretan se ha quejado a través de oficios y en reuniones con el Obispo, por lo que exigen su salida del pueblo, situación que puede terminar en un enfrentamiento entre los feligreses.
Cabe resaltar, que el pasado 30 de agosto, los inconformes acudieron con el Obispo en Zamora, para presentar las inconformidades en contra del párroco por que se niega a dar los sacramentos a quien no es de su agrado, asimismo, existen constantes críticas por realizar bautismos, bodas, primeras comuniones en horarios sin tomar en cuenta la petición de los feligreses.
Asimismo, es acusado de suspendes las misas en las comunidades que aportan poca limosna por no redituarle para los gastos que invierte en gasolina, dicen los quejosos que realiza misas de cuerpo presente con absoluta falta de respeto a los deudos, el párroco las quiere celebrar en tempranas horas de la mañana “porque no tiene caso sea a otra hora si ya le sacaron las tripas o el menudito al difunto”, ello como grotesca ofensa a los dolientes.
En tanto, se ha dado a conocer que lo mismo pasa con los pequeños quienes no escapan de sus excesos a quienes les niega la el sacramento de la primera comunión, toda vez que argumenta “porque van a otras parroquias”, lo que lleva groseramente a sacarlos de las filas en plena celebración.
A otros niños, les exige para hacer la primera comunión asistir a 60 misas de no ser así se niega a realizar este sacramento, además de exigir cobros anticipados por la primera comunión y cuotas por servicio de catecismo.
Entre las denuncias los feligreses reclaman, que las hermanas del párroco son las asistentes, quienes a su vez se niegan atender en personas a las personas y sólo lo hacen a través de un interfón.
Otro de los reclamos constantes, es que el párroco se niega a ungir y visitar a los agonizantes y enfermos, ello porque reclama estar muy ocupado para ello, además de cobrar las confesiones a quienes asisten para este servicio.
En lo que va de los últimos 10 años, ha despedido a igual número de sacerdotes ello porque han denunciado le estorban para sus malas prácticas.
Los denunciantes aseguran que el fondo del interés del párroco es porque la Parroquia se ha convertido en un negocio constante, ya que cobra a los feligreses 50 pesos semanales como cuota obligatoria, sin representar esto una limosna voluntaria sino obligatoria para quienes asistan a este templo.
La comunidad reclama también que el sacerdote nunca ha invertido en el mantenimiento de la parroquia, lo que da mala imagen a este templo y aunado a las constantes humillaciones y groserías que hace diariamente a los fieles ha llevado a que casi un 90 por ciento de los católicos dejen de participar en las celebraciones religiosas en Taretan.
En tanto, a decir de la comunidad católica de Taretan han sido abandonados por la Diócesis de Zamora, a lo que el Obispo textualmente ha dicho, “no puedo hacer nada por ustedes, el señor cura deberá seguir ahí”, acotó a la feligresía quienes molestos han hecho públicas las anomalías.
Este caso, atrajo el interés de políticos y ex candidatos locales a quienes los inconformes les han pedios mantenerse al margen para mantener al margen por la división que debe prevalecer entre iglesia y Estado.