Morelia, Mich., 22 de enero, 2017.- En tiempos de crisis política se refleja en diferentes ámbitos la incredulidad social en instituciones y partidos, sobre todo cuando los resultados para la mayoría de los mexicanos han sido adversos. Ha quedado claro que los partidos olvidaron principios e ideologías, y por el poder fue fácil cambiar de color o al menos buscar alianzas con grupos presuntamente antagónicos.
Las reformas estructurales que definitivamente son rechazadas por el gasolinazo y por la crisis económica que ha iniciado, cuando el dólar ronda los 22 pesos, ha puesto a casi todos los sectores sociales en contra de las tres principales fuerzas políticas, pero más contra el PRI, el partido en el poder.
Hay quienes piensan que la salida se encuentra en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aunque una parte de la sociedad nunca aceptaría a quien contenderá por tercera ocasión por la Presidencia de la República, sin contar que un amplio sector conservador, nacional y extranjero, que harían todo lo legal e ilegalmente posible para frenar a Andrés Manuel López Obrador.
El diputado Pascual Sigala Páez, integrante de la expresión perredista Foro Nuevo Sol criticó a su compañero de partido y también diputado federal, Fidel Calderón Torreblanca, por estar trabajando a favor de Obrador. Incluso se espera que el próximo 29 de enero, logre sumar a miles de militantes del PRD a favor del líder de Morena.
“Nadie tiene derecho de cuestionar la integridad del PRD mucho menos aquellos que se andan metiendo en las enaguas de otros partidos, y menos todavía aquellos que no han ganado un solo voto en las urnas”, dijo Sigala al referirse a Calderón Torreblanca. (Agencia Quadrartín)
Hasta donde podemos entender, la idea de Fidel Calderón y del senador Raúl Morón era unir a las fuerzas de izquierda en torno a Obrador, aunque inicialmente proponían una encuesta entre los aspirantes a la candidatura de los partidos de izquierda y apoyar al de mayor preferencia electoral. Es evidente que nadie le ganaría al tabasqueño.
Lo ideal sería que las fuerzas de izquierda fueran unidas para tratar de ganar la Presidencia de México, aprovechando la coyuntura política. Si van divididos será difícil ganar, sin dejar de desconocer la fuerza política que ha alcanzado Obrador. Pero no es nada sencillo, sin embargo todo puede pasar.