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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de febrero de 2020.- El Pleno del Senado de la República aprobó integrar en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente regular el uso y la producción de bifenilos policlorados, por considerarlos potencialmente agentes cancerígenos de las personas y dañinos al medio ambiente.
Con 103 votos a favor, cero en contra y una abstención, los senadores aprobaron en lo general y en lo particular modificaciones a la minuta que propone integrar en la ley las prohibiciones que establecen los tratados internacionales en materia de compuestos orgánicos persistentes sobre el uso y tratamiento de los bifenilos policlorados, mediante la incorporación de los conceptos -bifenilos policlorados- y -contaminantes orgánico persistente-.
En las propuestas de modificación contemplan incluir en el artículo 5, fracción VI, segundo párrafo: “En el caso de los Compuestos Orgánicos Persistentes como los Bifenilos Policlorados, se dará cumplimiento a los compromisos internacionales adquiridos por el Estado mexicano, relativos a la prohibición, reducción, desincorporación, manejo adecuado y destrucción, mediante procesos tecnológicos que la Secretaría autorizará, en apego a dichos tratados”.
En el artículo 170 la prohibición como medida de seguridad del retiro de equipos o infraestructura contaminados o con presencia de BPCs; y de manera explícita, los conceptos de bifenilos policlorados y de contaminante orgánico persistente, en el cuerpo de la Ley y en el catálogo de definiciones de la misma.
Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) -conocidos internacionalmente por su acrónimo en inglés POPs (Persistent Organic Pollutants) son sustancias químicas que representan una amenaza para la salud humana y el medio ambiente, por ser resistentes a la degradación, bioacumulables y por tener el potencial para transportarse a larga distancia, pudiendo llegar a regiones en las que nunca se han producido o utilizado.
Estas sustancias pueden introducirse en los tejidos de los seres vivos, afectando a la salud humana cuando los niveles de concentración aumentan.
La Convención de Estocolmo establece que estos compuestos se utilizan en la industria como fluidos de intercambio de calor, en transformadores y condensadores eléctricos, y como aditivos en pintura, papel de copia sin carbón y plásticos.
De los 209 tipos diferentes de PCB, 13 exhiben una toxicidad tipo dioxina. Su persistencia en el medio ambiente corresponde al grado de cloración, y las vidas medias pueden variar de 10 días a un año y medio.
Los PCB son tóxicos para los peces, los matan a dosis más altas y causan fallas de desove a dosis más bajas. La investigación también vincula los PCB con la falla reproductiva y la supresión del sistema inmune en varios animales salvajes, como las focas y el visón.
Los PCB también suprimen el sistema inmune humano y están listados como probables carcinógenos humanos.