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Quintana Roo FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 14 de julio de 2019.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) no informa en su página oficial de Internet acerca del enorme incendio que devasta sin control mil 500 hectáreas de este Patrimonio de la Humanidad, como si tratara de minimizarlo.
Pese a la voracidad del fuego y a la pérdida irreparable de selva y fauna, de ese importante patrimonio de la humanidad, autoridades estatales y federales no han intensificado apoyos. El siniestro es tal que afirman expertos, tardarán dos semanas en sofocarlo.
El incendio se ha extendido cerca de Muyil, un importante sitio arqueológico maya muy visitado por el turismo extranjero.
La humareda es visible desde la carretera federal Cancún-Chetumal y las imágenes enseñan la magnitud del daño que arrojará el incendio.
Los comentarios en redes sociales manifiestan la preocupación ciudadana ante la devastación y la nula sofocación de las autoridades: Jorge Alberto Pérez Cauich dice en el Facebook: “Al Este el sargazo; al Oeste, incendios; al centro, desarrollos: pobre Sian Káan! Puerta del cielo” Y es que desde que se dio a conocer el incendio en las redes se mencionan diferentes datos como los de 30 hectáreas de pastizales afectadas, que entre 500 y 600 hectáreas de monte y pastizales, y ahora se menciona mil 500 hectáreas.
Sin duda que una lluvia contribuiría a acabar con el fuego que sigue dañando con esta parte de la reserva que abarca 528 mil hectáreas de selvas, sabanas y manglares. Mientras unos lo cuidamos otros por intereses mezquinos, prenden fuego al patrimonio que es de todos, no se vale, dijo Faustino Poot.
Integrantes del grupo musical Chan Santa Roots cuestionan en su página: “Pensemos en serio, queremos planeta o muerte/kimí wa yok’ol kab”, al comentar que observaron el humo mientras retornaban de Playa del Carmen, a donde se presentaron el viernes 12 de julio en la Feria del Carmen.
Ahora, el siniestro es más intenso y crece ante la imposibilidad de las brigadas de la Comisión Nacional Forestal de acotarlo y la apatía de otras autoridades federales y estatales por sumar esfuerzos contra el voraz incendio.