Un éxito la inscripción de aspirantes a cargos en el Poder Judicial
José K/Quadratín Debate Morelia, Mich., 22 de noviembre, 2016.- No deja de sorprendernos la forma como se atiborraron los grandes centros comerciales desde el viernes 19 al 21 de noviembre, por el llamado Buen Fin a sabiendas que la mayor parte de las mercancías no tuvo ningún descuento. Pero en el complejo mundo de la publicidad todos caemos. A final de cuentas, “consumidores somos y en el súper andamos”, diría un compañero periodista ya fallecido.
Nos valió que digan que Trump nos las va a partir en serio; que el dólar se cotiza en más de 20 pesos; que la deuda externa alcanzó los nueve billones de pesos; que el petróleo se está acabando y ya no será de nosotros; que la crisis económica está arreciando, y que el Juanga se nos haya ido.
A decir de los empresarios, la mayoría de la gente compró plasmas (teles planas), teléfonos celulares y aparatos que tienen que ver con las nuevas tecnologías. Otro dato importante, es que la mayoría utilizó sus tarjetas de crédito, ya que pudieron acceder a compras hasta con supuestos12 meses sin intereses.
Es cierto que hubo muchos “observadores” que nada más fueron a enchinchar, o que compraron cualquier mercancía para demostrarle al mundo que pertenecen al mundo de los ganadores, o al menos que son buenos principiantes.
Lo cierto es que las plazas comerciales de Morelia estuvieron a reventar. Pudiéramos hablar de más de 40-50 mil consumidores; seguramente todos con empleo y entradas seguras de dinero. Unos pagaron de contado otros en abonos. Los menos no representó nada desprenderse de unos miles de pesos, los más tendrán que amarrarse la tripa para pagar las mensualidades.
Pero eso sí, ahora podrán disfrutar del futbol y las telenovelas como si estuvieran en el cine. Pero los que andan a patín y que a veces no traen ni para la combi, que son la mayoría, tendrán que esperar un año para ver si cambia la suerte. En tanto, sólo que estar como el chinito, “nomás milando”.