Detienen a 7 personas y aseguran 600 kg de droga en cateos en CDMX
JUCHITÁN, Oax., 1 de noviembre de 2018.- Participantes de la caravana migrante en Juchitán informaron que, ante la falta de autobuses para continuar su camino, cambiaron su ruta para avanzar a pie rumbo al estado de Veracruz.
Este miércoles, los migrantes habían anunciado que partirían rumbo a Jalapa del Marqués para llegar a Oaxaca de Juárez y de ahí partir a la Ciudad de México.
No obstante, en un comunicado emitido la noche de este miércoles, los migrantes anunciaron su cambio de planes y, ante la falta de transporte, viajarán hacia Matías Romero para llegar al estado de Veracruz.
La mañana de este jueves, la caravana migrante partió rumbo a Matías Romero.
A continuación su comunicado íntegro:
ANUNCIO IMPORTANTE:
Juchitán, Oaxaca 11:30pm 31 de octubre del 2018
El Éxodo decidió hace pocos momentos a través de una asamblea extraordinaria un importante cambio de ruta.
La salida del 1º de noviembre será a las 5 a.m. desde Juchitán hacia Matías Romero a pie.
Los miembros del éxodo consideraron varios factores en esta decisión.
La delicada condición de salud, especialmente de niños, implica riesgos de ida a la falta de acceso a servicios médicos en la ruta hacia Oaxaca.
La carretera de ahí hacia la ciudad de Oaxaca es angosta con curvas, cerros y pocos pueblos con infraestructura para recibir a este éxodo masivo de personas desplazadas de Centroamérica.
Además, el plan de atravesar por Oaxaca en transporte fue bloqueado por el gobierno federal.
Hoy había posibilidad de más de 70 buses de diferentes fuentes de apoyo, que bajo presión del gobierno federal de México retiraron su apoyo, dejando al Éxodo la única opción de seguir a pie hacia Veracruz, un estado con altísimo riesgo de violencia a manos del crimen organizado.
Se exige de manera urgente que las autoridades mexicanas se movilicen de manera responsable para resguardar la seguridad e integridad física de cada uno de las mujeres, niños, hombres y familias desplazadas que caminarán por esta ruta.
Cualquier agresión contra los miembros del éxodo y acompañantes será la responsabilidad completa del gobierno federal mexicano.