Comercio inclusivo y certidumbre en inversiones, prioridad en TLCAN: SE 

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de agosto de 2017.- Fortalecer la competitividad de América del Norte, avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable, aprovechar las oportunidades de la economía del siglo 21 y promover la certidumbre del comercio y las inversiones en la región, son las prioridades de México en las negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En el documento publicado este martes en la Gaceta de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la Secretaría de Economía (SE) delineó un conjunto de prioridades agrupadas en cuatro ejes temáticos indispensables para fortalecer la posición de México en la economía global, extender los beneficios de libre comercio al interior de la sociedad y reposicionar a América del Norte como una de las regiones más competitivas.

La SE reiteró que la modernización del Acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá brinda la oportunidad de ampliar su éxito, enfrentar los desafíos actuales y adecuar el modelo de integración para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía del siglo 21.

Desde la premisa de los vínculos comerciales, productivos y de inversión profundos y complejos que México ha desarrollado con Estados Unidos y Canadá, en los últimos 23 año, Economía asegura que estos lazos son un factor clave para la competitividad de las plantas manufactureras y de la industria agroalimentaria nacional y son indispensables también para la eficiencia de las cadenas productivas de los otros dos países.

Dentro de las Prioridades en las negociaciones del TLCAN, la dependencia federal asegura que tomó en cuenta los comentarios y propuestas recibidos a través de las consultas públicas realizadas del 1 de febrero al 26 de julio de 2017 y del diálogo constante que mantiene con los sectores productivos del país, por medio del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales (CCENI).

En la prioridad inicial, señala que lo que hoy hace competitiva a una economía probablemente no se suficiente mantenerla así en los próximos años. Por ello, es fundamental desarrollar esquemas que impulsen permanentemente la competitividad regional, considerando los desarrollos tecnológicos, el funcionamiento de las cadenas de valor, la mejora de esquemas logísticos y la facilitación de los intercambios comerciales.

“La modernización del TLCAN debe orientarse a fortalecer la competitividad de México como plataforma de producción y exportaciones; promoviendo una mayor participación de más industrias y empresas del país en las cadenas globales de valor y fortaleciendo la proveeduría regional”, reza el documento.

En el segundo punto, indica que la modernización del Tratado constituye una oportunidad para promover un piso parejo para que más emprendedores y más Pymes se incorporen competitivamente al comercio internacional y para incluir disposiciones en materia laboral, de medio ambiente y género.

Ante la transformación que ha sufrido el TLCAN en 23 años, el Gobierno mexicano subraya que en un nuevo contexto, facilitar el comercio de servicios, propiciar una mayor integración de la infraestructura de telecomunicaciones y fortalecer el marco regional de protección a la propiedad intelectual, son tareas esenciales para generar más oportunidades de comercio e inversión y fortalecer el desarrollo de México y la región, apoyados en las nuevas tecnologías.

El TLCAN es un factor de certidumbre en la integración de América del Norte, por esta razón, “es indispensable mantener y promover disposiciones que contribuyan a hacer más previsibles las operaciones de comercio exterior y las inversiones.”

En ello, juegan un rol crucial los mecanismos de solución de controversias que, a lo largo de más de dos décadas, han probado su efectividad como un instrumento que permite hacer más predecible el comercio regional, además de incorporar los elementos más recientes de transparencia y participación de otros actores relevantes.

La Secretaría de Economía afirmó que estas prioridades establecidas guiarán la postura de México en la mesa de negociaciones. Los resultados dependerán de los balances que se logre entre las tres partes. Admite que el reto no será sencillo, no obstante asegura estar preparado. “Tenemos la experiencia, los conocimientos y el firme compromiso de velar por los intereses de México. Dedicaremos el tiempo y esfuerzo necesario para lograrlo.”