Miss Edi Toriales/ Quadratín Debate
Morelia, Mich., 31 de diciembre, 2016.- No me explico la razón por la que cantantes famosos y con amplia trayectoria tengan que caen en el juego del barberismo político que, además de dejarlos muy mal parados con sus fans y con quienes no lo son, no benefician en nada a los personajes que buscan adular.
Lo anterior con respecto al concierto que dieron en Acapulco los cantantes Emanuel y Mijares, en el que el primero pidió al público un aplauso para el expresidente de México, Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala -aspirante presidencial-, quienes estuvieron presentes en el evento.
El cantante con varias décadas de trayectoria fue más allá al pedir un aplauso “para dos personas que ayudaron a este país y lo llevaron de la mano”. No dijo a dónde.
La nota de El Universal no detalla cuál fue la reacción del público pero podría asegurar que no a todos los asistentes les gustó el gesto de Emanuel y que incluso a muchos debe haberles molestado.
Es así como una “buena intención” tiene efectos contrarios a los esperados. La gente va a los conciertos a divertirse, a olvidar los problemas cotidianos y no a ser utilizados por un personaje del espectáculo que quiere quedar bien con los políticos. Como palero político Emanuel es muy buen cantante.