Derechos humanos y mujeres

Morelia, Mich., 9 de marzo, 2017.- En lo que va del año, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH)ha recibido 77 quejas por violaciones a los derechos fundamentales de las mujeres por parte de elementos de la Procuraduría de Michoacán y dela Secretaría de Seguridad Pública del estado. No sé si son poco o muchos casos, pero lo cierto es que las agresiones son de parte de quienes deben protegernos.

El ombudsman Víctor Serrato Lozano comentó que en los dos últimos años las violaciones a los derechos humanos se redujeron en 90 por ciento por parte de fuerzas de seguridad federal, pero este mismo porcentaje se incrementó en los cuerpos de seguridad locales.

En 2016 se presentaron mil 16 quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos de las mujeres, lo que representó casi el 50 por ciento de los expedientes registrados el año pasado (2 mil 139). Según datos de la CEDH 563 quejas fueron en contra de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por detención ilegal; empleo arbitrario de la fuerza y por irregularidades en la integración de las averiguaciones previas.

El año pasado, contra de la Secretaría de Seguridad Pública del estado (SPP) fueron 453 quejas, de éstas 68 fueron en contra de la Subsecretaría de Prevención y Readaptación Social, principalmente por el cobro de cuotas y la ineficiente calidad del servicio médico.

El resto de las quejas fueron por el uso excesivo de la fuerza pública y por el ejercicio indebido del servicio público.

En lo que va de 2017, hay 37 quejas en contra de la PGJE y 40 en contra de la SSP, bajo los mismos conceptos antes señalados, e incluso hay otros señalamientos que no se mencionaron y que tienen que ver con tortura, tratos crueles o inhumanos o degradantes, entre otros.

Se han registrado 36 homicidios de mujeres, son muchos porque no hay razón para que existiera uno solo. Pero los abusos de los cuerpos de seguridad del estado simplemente no tienen justificación, por lo que los altos mando deben realizar una revisión, porque la justicia comienza en casa.