CIUDAD DE MÉXICO, 7 de enero de 2018.- El sello de la administración del presidente Enrique Peña Nieto son las desapariciones de menores, particularmente mujeres adolescentes, donde el 70 por ciento de los casos de niñas y niños desaparecidos ha ocurrido en lo que va en este sexenio, denunció de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Al presentar el balance anual 2017 Datos Infancia Cuenta Nacional, con base en Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, RNPED-Segob, así como bases de datos del fuero común y federal, de corte a julio de 2017, alerta que del total de desapariciones en México, uno de cada cinco casos corresponde a algún niño, niña o adolescente.
En 2016, señala que ha sido un año históricamente trágico en cuestión de desapariciones de menores, pues se registran mil 431 casos; casi una cuarta parte (23.5 por ciento) del total de desapariciones que registra el RNPED. Es decir, ocurrieron en promedio cuatro desapariciones de niñas, niños y adolescentes al día.
De esto, el Estado de México es la entidad donde se registra mayor número de desapariciones en el país; uno de cada cuatro desapariciones ocurren en esta entidad.
A julio de 2017, se registran mil 498 casos de desapariciones de infantes en entidad mexiquense; le sigue el estado de Puebla con 647 registros (10.6 por ciento), Tamaulipas con 572 casos (9.4 por ciento) y Nuevo León con 424 casos (7.0 por ciento).
Las niñas, niños y adolescentes corren más riesgo de ser desaparecidos si se encuentran entre los 13 y 17 años; ocho de cada 10 niñas y jóvenes reportadas como desaparecidas se encontraban en ese rango de edad, en varones, esta proporción es de siete de cada 10.
En el cálculo en referencia a la población de cada entidad federativa, REDIM muestra que en 2016 también el Estado de México encabezó la lista de estados con la mayor tasa de desapariciones al registrar 10.4 por cada 100 mil, le sigue Puebla 9.6, Sinaloa y Colima con 9.1 desapariciones respecto a la misma proporción de población.
Particularmente en las desapariciones de niñas y adolescentes mujeres, el Estado de México vuelve a aparecer junto con Colima que encabezan la lista de entidades con mayores casos de desapariciones: 15 desaparecidas por cada 100 mil niñas y adolescentes entre 0 y 17 años); seguidas de Puebla 13.8 y Sinaloa 12.5 respecto a la misma proporción de población.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de esta coalición de 77 organizaciones de la sociedad civil mexicana, con 13 redes estatales aliadas, las cuales desarrollan programas a favor de niñas, niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad y que opera en 16 estados de la República, refirió que la promesa de campaña del Primer Mandatario fue cambiar la estrategia.
“Es muy preocupante que el Presidente no honre su palabra que ofreció cuando se entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos, donde señaló que estaba invitando a que se hiciera un amplio debate nacional sobre cómo afrontar la seguridad en este país”, criticó.
Para REDIM, el 2017 se resume en tres expresiones: silencios acompañado de omisión y complicidad, vacíos y retrocesos. Más allá de los claroscuros, el 2018 prevé que será un año de mucha gravedad para la agenda de derechos de infancia en el país.
Pero lo que ha venido sucediendo el año pasado tendrá impactos negativos en los próximos años. REDIM parte de un cambio y ruptura a partir de 2011 con la modificación del artículo primero constitucional que obliga a que las autoridades y la acción del Estado mexicano respondan a los tratados internacionales que México ha firmado, particularmente la Convención sobre los Derechos de los Niños.
No obstante, algo positivo que logró este sexenio en 2014 fue la promulgación de la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual representa un gran avance en la manera en que el Estado mexicano se organiza para atender a la infancia en el país.
Algo también que preocupa es el silencio del presidente Enrique Peña Nieto incluso en su red institucional de Twitter, pues ningún tuit refirió a las niñas, los niños y los adolescentes.
“Eso sería un ejemplo de cómo para el Jefe de Estado y presidente del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), los niños no son una prioridad”, manifestó Juan Martín.