Gobierno de México presenta la Plataforma, Receta Completa, del IMSS
Morelia, Mich., 10 de julio, 2017.-Los que al menos cuentan con un poco de conocimiento político y conocen la realidad social, están convencidos que en 1988 hubo fraude electoral lo mismo que en 2006 y en 2017, al menos en Estado de México. El único que podría aclarar algo en el caso de “la caída del sistema” es Manuel Barlett Díaz, pero solo lo ha declarado a medias.
Nuevamente tocó el tema hace dos día ante el diario Reforma, pero entre líneas, lavándose las manos, aunque deja velado que Salinas de Gortari robó la elección. Lo mismo ocurre con otras voces que aseguran que lo mismo hizo Felipe Calderón al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Hay varios motivos, pero el principal es que la Presidencia de la República representa todo el poder y económicamente no les ha ido mal a los presidentes de México, sobre todo a partir de 1988, aunque la corrupción se institucionalizó desde el mandato de Miguel Alemán Valdés, desde hace 70 años.
En 2008 Barlett Díaz (secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral en 1988) rechazó haber instrumentado un “fraude cibernético” para arrebatar la Presidencia de la República al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Sostuvo que es mentira que el haya dicho la frase: “se cayó el sistema”, aunque reconoció que el entonces presidente Miguel de la Madrid le pidió no dar información la noche de la elección, ya que si se oficializaba en ese momento –con datos parciales– que Cárdenas Solórzano iba ganando, al final nadie aceptaría un resultado distinto.
Bartlett poblano nacido en 1936, siempre ha estado cerca del poder: Fue subdirector de gobierno de la Secretaría de Gobernación, en tiempo de la represión estudiantil y de los movimientos armados. Con el presidente Luis Echeverría estuvo en Gobernación, con López Portillo, con De la Madrid y con el mismo Salinas de Gortari fue secretario de Eduicación. Después fue gobernador de Puebla, y gracias a la izquierda senador de la República. Esto último ha sido una aberración, porque siempre sirvió al poder y a quienes de alguna manera abonaron a la crisis nacional.
Al igual que Bartlett, MORENA tiene un buen número de políticos conocido como “rastrojo”, como lo último que desecharon algunas fuerzas políticas, y eso es grave no solo por la imagen partidista, sino que desde adentro le pueden causar un enorme daño a una fuerza política que representa al esperanza para buena parte de un pueblo. Pero el poder político en México nunca como ahora está unido.
Pero a favor del grupo hegemónico, es decir, el PRI. Pero hay desprendimientos y reacomodos, aunque sabemos bien que le diablo no duerme y vive del otro lado de nuestra frontera.