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CUERNAVACA, Mor., 23 de enero de 2018.- Mientras se encontraba degustando en el restaurante Iruña, ubicado en la colonia Rancho Cortes, al norte de Cuernavaca, el ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, fue sacado a la fuerza por elementos de la Policía de Investigación Criminal adscritos a la Fiscalía Anticorrupción y trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Lo anterior como consecuencia de que durante su administración al frente de la Máxima Casa de Estudios del Estado se presume dejó un déficit de mil 321 millones de pesos. El 2017 empezó mal para la UAEM, luego de que la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) detectó irregularidades por mil 800 millones de pesos, como resultado de la auditoría especial.
Para el 13 de enero, la UAEM no contaba con recursos para pagos de salarios y su rector Alejandro Vera Jiménez enfrentaba señalamientos de opacidad por parte de la ESAF y una huelga de parte del Sindicato Independiente de Trabajadores Administrativos, a pesar de un inédito amparo al que recurrieron las autoridades universitarias contra el movimiento.
La crisis financiera ya declarada impulsó al SITAUAEM a exigir al rector aclarar los señalamientos de la ESAF sobre mal manejo de los recursos y pedir, al mismo tiempo, su renuncia. Pero Vera Jiménez sostenía que el presupuesto estatal y federal no llegaba oportunamente; por lo menos el recurso federal extra gestionado no llegó porque incumplió con medidas de saneamiento, como recorte en nómina de trabajadores de confianza.
Los supuestos excesos en los gastos del ex rector se hicieron públicos durante 2015 y 2016, desde los de más de cien mil pesos en comilonas y en viáticos, hasta la participación en la Estafa Maestra, y un crédito autorizado por Vera Jiménez, al que comprometió gran parte del presupuesto en detrimento de las obligaciones con los universitarios.
En agosto de 2017, la Secretaría de Hacienda le suspendió las aportaciones a la UAEM para evitar desvíos; “hasta conocer cuál es la determinación de las autoridades”, luego de la denuncia presentada por el Estado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para saber el destino de los recursos que se le depositaban.
En ese momento, 90 millones de pesos fueron congelados, y entonces el Sindicato de Académicos de la UAEM anunciaba su emplazamiento a huelga ante la “inédita problemática” que los dejaba sin pago de salarios.
La situación de falta de recursos obligó a los líderes sindicales, sumada la FEUM, a formar una Comisión de Saneamiento Financiero a intervenir como mediadores, ante el rompimiento de diálogo de autoridades universitarias y estatales, y designar una cuenta donde Hacienda les radicara las ministraciones mensuales para garantizar el pago de sus salarios y prestaciones.
Y el Consejo Universitario se vio en la necesidad de apurar el cambio de rector adelantando los tiempos para su elección y toma de protesta tres meses de Gustavo Urquiza Beltrán, quien señalaba un déficit de 800 mdp para finalizar el año cumpliendo pagos, prestaciones a trabajadores y proveedores.