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Autoridades conmemorarán La gran jornada tlaxcalteca del siglo 16
MORELIA, Mich., 29 de julio de 2018.- Es considerado como el arte del doble sentido, un juego de palabras que en su gran mayoría tiene connotaciones sexuales y una característica muy propia de los mexicanos.
Se trata del albur, un lenguaje popular que aunque no distingue condición social, edad o género, es bien aceptado por unos, pero también rechazado por otros.
Jorge Cendejas, también conocido como El negro, opinó que el albur “forma parte de la idiosincrasia del mexicano” y que es un lenguaje que se aprende en el barrio, desde la calle.
“Es lo máximo. Todos los practican, desde políticos hasta comerciantes. Creo que en general todos los mexicanos lo aceptan aunque no lo practiquen”, mencionó. Por su parte, la señora Rosario aprecia que el albur no siempre es bien recibido por todas las personas, y que en lo particular, ella prefiere no usarlo.
“Para unos es divertido, pero para otros no. Algunos lo tomamos a mal porque nos confundimos con las palabras que se dicen”, señaló. Salvador Vargas indicó que se trata de una práctica divertida mediante la cual se puede ambientar hasta una fiesta, aunque siempre y cuando no se ofenda a otras personas.
“Es algo muy clásico de nosotros los mexicanos, es algo que no vas a encontrar en otro país. Yo con algunos amigos sí me llevo fuerte y con otros no tanto porque hay que respetar”, mencionó. Considera que no es una práctica exclusiva de los hombres, ya que incluso hay mujeres que pueden llegar a hacerte sonrojar con la habilidad que tienen con el uso de las palabras. Andrea Vallejo, consideró que el albur es una falta de respeto hacia mujeres y hombres mediante el cual se denigra a las mujeres.
“Me parece algo muy machista. Sabes cuándo están hablando de ti. Mis amigos lo utilizan entre ellos pero no es algo en lo que yo me meta”, apuntó. En tanto, el señor Víctor Flores dijo: “si se sabe usar en su momento y en su lugar, enriquece una reunión, o en el sentido contrario, denigra una situación”.
Aunque afirma que no hace uso de este juego de palabras con mucha frecuencia, indica que sí recurre en algunas ocasiones al albur. “Desde que he tenido uso de razón me he dado cuenta que es una forma de expresión coloquial que enriquece nuestro acervo cultural”, agregó.