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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 9 de noviembre.- En el país, estudios de seguridad revelan que diariamente siete niños (as) mueren en condiciones violentas, mientras otra cantidad escandalosa desaparece; tras el asesinato de dos niños Mazahuas, cuyos restos eran transportados por un sujeto en un diablito la madrugada del pasado 30 de octubre en las calles del centro histórico de la capital, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) solicitó a la Fiscalía General de justicia de la Ciudad de México el esclarecimiento del asesinato de ambos menores, tenían 12 y 14 años.
Juan Pérez García, director de Redim, exhortó a la población a tratar de evitar la revictimización de los niños relacionándolos con posibles vínculos con criminales y exigieron a las autoridades para combatir pronto la situación del país.
Dijo que es necesario desmantelar las redes criminales que se tienen operando la capital del país, el asesinato de los niños mazahuas «son la expresión más cruda del fracaso de la estrategia de seguridad basada en la militarización de todo el país», señaló Pérez García.
Puntualizó que el estudio forense arrojó como resultado que los adolescentes fueron torturados y mutilados presuntamente como venganza de un grupo delictivo.
El Redim responsabilizó al Estado mexicano de ser cómplice de la violencia del crimen organizado en contra de niños y niñas y adolescentes, no sólo por la participación de agentes del estado en muchos delitos, sino por la impunidad en que permanecen miles de homicidios, derivado de qué cada 100 carpetas de investigación donde la niñez y adolescencia son víctimas, sólo tres alcanzan algún tipo de proceso o sentencia.