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CHILPANCINGO, Gro., 15 de octubre de 2020.- Durante la presentación del informe Ya nadie publica eso, investigación que llevó a cabo la reportera y escritora argentina Paula Mónaco Felipe con apoyo de la organización Open Society, se concluyó que en México “sí se mata la verdad matando periodistas”.
Lo anterior, debido a que cuando desaparecen o asesinan a un periodista, no sólo se afecta a la familia del comunicador, sino a toda una comunidad que se queda sin información de los acontecimientos sociales.
El informe de 143 páginas fue presentado esta tarde a través de la plataforma Zoom, convocada por la organización internacional de derechos humanos por la defensa de la libertad de expresión, Artículo 19 y la Universidad Autónoma de Ciudad de México (UACM).
La autora del trabajo, Paula Mónaco Felipe indicó que el objetivo de la investigación es defender el derecho a la verdad y denunciar la violencia contra la prensa.
En el informe Ya nadie publica eso, se abordan cuatro casos: la desaparición del periodista guerrerense Leodegario Aguilera Lucas, quien fue privado de su libertad en 2004; la desaparición de la comunicadora María Esther Aguilar Cansimbe en 2009, en el vecino estado de Michoacán.
Además de los asesinatos de los periodistas Moisés Sánchez Cerezo en Veracruz durante 2015 y de Rafael Murúa Manríquez en Baja California durante 2019.
En la presentación, estuvo presente Ernestina Aguilera, hermana de Leodegario Aguilera, quien recordó que el ex gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros siempre coptó y condicionó a la prensa mediante la asignación de recursos públicos para publicidad oficial, y fue durante este periodo en que su hermano desapareció.
La periodista argentina Paula Mónaco Felipe apuntó a que en su investigación, se documenta cómo los periodistas en México ejercen su profesión con pasión y entrega, pero al mismo tiempo lo hacen en precariedad, con malos pagos, falta de ingresos fijos.
Asimismo enfrentan riesgos, y cuando sufren alguna agresión, sus medios no dan la cara por ellos, y por lo tanto terminan creando medios independientes. Sobre la agresión a la prensa, dijo que prevalece la impunidad.
“Y lo peor, es que sí se mata la verdad matando a periodistas, porque cuando asesinan o desaparecen a un periodista, se queda un hueco informativo”.
“El asesinato de un periodista afecta más que a la familia, se afecta más a la comunidad, porque ya no hay noticias y se quedan zonas silenciadas, y esas zonas parecen quedar en medio de la clandestinidad, ya no se informa, no se investiga un asesinato y la población ya no tiene información”, abundó.
La autora de la investigación concluyó que a pesar de las carencias y de la violencia, en México sí existe periodismo crítico, aquel que pone en duda las versiones oficiales, e invitó a difundir y leer los trabajos de los colegas periodistas.