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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de septiembre de 2017.- Un suelo deformable en el Centro Histórico de la Ciudad de México, aunado a una tubería rota por las lluvias excesivas, son las que pudieron causar el socavón en las calles de Humboldt y Cristóbal Colón, afirmó el ingeniero Humberto Marengo Mogollón.
El ex presidente de la Academia de Ingeniería de México y quien encabezó los trabajos de peritaje independiente del socavón del Paso Exprés en Cuernavaca, dijo en entrevista exclusiva con Quadratín que la oquedad que causa un socavón puede ocurrir cuando un tubo de drenaje o agua se tapa, se rompe, el líquido se sale y causa la erosión del suelo, algo que no es fácil de detectar. Además, por el tipo de suelo de la capital es algo que puede repetirse.
“No es fácil percibirlo desde la superficie cuando viene esta fractura, el agua que viene corriendo por una porción del tubo y va hacia la otra que estaba rota, empieza a erosionar y hace que la estructura térrea alrededor del tubo empiece a irse por el roto y eso provoca que se vaya disminuyendo la resistencia del suelo, empieza a perderse suelo y se va todo”, explicó.
“Es un socavón, es una oquedad y viene un colapso, sucede en calles, carreteras, puede ocurrir en aeropuertos donde no tengan alcantarillas bien diseñadas, eso sucede en todo el mundo, en Texas pasó también”, recordó.
-En el caso del centro, el coordinador de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente advertía que podría haber más, por haber sido la Ciudad de México un lago y por ello ser porosa, ¿prevé más socavones? ¿Fue una cuestión de mala tubería?
-En un momento dado puede suceder como decía Puente, el centro era un lago, ese lecho del lago que tiene una base no muy sólida puede tener movimientos diferenciales y hacen que se rompa la tubería y que ocurriera el socavón. No necesariamente tiene que suceder porque el tubo es de mala calidad o porque estuvo mal hecho, basta y sobra con que la base sea deformable para que la estructura sea deformable.
-¿Puede volver a ocurrir?
-Sin la menor duda. Ahorita hay una tecnología que se pone un radar sobre vehículos sobre camionetas, se transita sobre calles y se detecta donde puede haber fracturas, pero no es nada fácil, no es barato y se lleva mucho tiempo. Se hace para pistas aéreas, no es fácil detectarlo en calles y ciudades, los japoneses con todo lo previsores que son les pasó en una bocacalle más grande que la nuestra.
-¿Qué recomendaría?
-Hay que estar muy alerta, cualquier indicio de un asentamiento que tenga una parte que se está hundiendo hay que llamar a las autoridades de emergencia que están muy sensibles en el tema, van a reaccionar inmediatamente. La gente de Ramón Aguirre [del Sistema de Aguas de la Ciudad de México] es de primer nivel, seguramente reaccionarán muy rápidamente.
-¿Cree que la ciudad está más vulnerable?
-Diría que similar, Tokio no está construida sobre ningún lago y pasó, esto es más bien la cantidad enorme de agua que nos ha caído. En ocasiones si las tuberías de drenaje están rotas y el volumen de la lluvia no es tan fuerte o grande y no pasa nada o pasa de un tubo a otro semirroto, se hace un pequeño bache y se repara. El problema ahora es que ha llovido tan fuertemente como no pasaba en muchísimos años y es cuando están saliendo este tipo de cosas; si nos pueden suceder porque el lecho de la ciudad es una zona suave deformable.