Anuncia Presidenta Sheinbaum aumento del 12% al salario mínimo para 2025
Mario Puzo (1920-1999) CANCÚN, QRoo, 20 de junio de 2021.- Hace unas semanas varias familias fuimos a la playa.
Todas llevábamos hijos. A la hora del regreso, cuando el sol pegaba a plomo, inclemente, las mamás nos fuimos quedando en silencio con admiración y asombro: solo alguien llevaba para su pequeño una toalla, muda, bloqueador y gorra: nuestro papá soltero del grupo, vaya para él y para todos los papás reales una felicitación enorme.
Ser padre es hacer lo correcto y lo incorrecto, es saber el momento adecuado para hablar o callar, y enseñarles el valor de seguir adelante, sin tener miedo a fallar.
Un padre es alguien que sabe apoyar cuando los hijos lloran, el que siempre regaña cuando se rompen las reglas, el que brilla de orgullo cuando llega el éxito, y es aquél que nunca perderá la fe de que todo saldrá bien.
La herencia más bella y sorprendente que un padre puede dejarle a su hijo, es enseñarle los pasos para seguir disfrutando la vida:
Felicidades a ese papá real que todos los días trabaja doble para que sus hermosas peques sean unas niñas felices, además de ser un esposo ejemplar.
Felicidades, al papá que no vive con su hijo, pero que se desvive por apoyarlo para que cumpla sus sueños.
Felicidades a ese papá real que ama, enseña, cuida y deja ser a su princesa y príncipe y con su sudor y su frío les construye palacios llamados casas de piedra y flores.
Felicidades al papá real que con amor se ha hecho cargo de su hijo desde los seis meses de nacido, ha cambiado pañales con popó y le ha educado dulcemente con ternura.
Felicidades a ese padre que sabe ser amigo de sus hijas e hijos grandes y que ahora derrama amor sobre su pequeño pilón, al que besa cuando llega a casa, cansado del trabajo, a veces de madrugada.
Felicidades al papá que solito cuidó a su hijo con discapacidad y lo ha hecho un hombre de bien.
Felicidades a ese padre que cuida a su pequeña todo el día y se da tiempo para trabajar homework, hacer comida, lavar… y se duerme hasta que ella sueña.
Felicidades al papatío apapachador, cómplice de aventuras y amigo de sus sobrinos.
Felicidades a ese papá que no será celebrado este día porque festejará a otros brindando su servicio.
Felicidades a ese papá que llega molido, con dolor de riñones y cansado, pero seguro de que llevará el sustento a casa en la semana o en la quincena.
Felicidades a ese papá que no solo jugó con su hija, que fue su amigo, su consejero y que le dio la mejor de las herencias, la educación.
Felicidades a ese papá que este día está enfermo, que se cae al caminar y se le dificulta agarrar un tenedor, pero que cuando pudo lo dio todo por sus hijos.
Felicidades a todos los buenos papás que se llevó el coronavirus, personas excepcionales.
Felicidades a los papás reales que defienden a sus hijas y les enseñan cómo deben cuidarse de gente sin escrúpulos.
Felicidades a los que tienen perrijos o gatijos y a los que cuidan a la naturaleza.
Felicidades a esos papás de grandes empresas que son baluartes de familias.
Vaya este día nuestra admiración y felicitación para esos papás reales, ejemplos de amor, de protección, de responsabilidad, de esperanza, de que en el mundo sí hay héroes que no son de ficción.