CIUDAD DE MÉXICO, 25 de septiembre de 2017.- El centro de acopio instalado en calzada de la Virgen y calzada de Tlalpan, empezó como muchos otros, instalado por vecinos quienes lo único que querían era ayudar a los damnificados por el derrumbe del multifamiliar.
Paty fue de las primeras en ayudar, abrió las puertas de su casa para darles agua a los brigadistas que pasaban por el lugar para ayudar al rescate de las personas atrapadas y a remover escombros, todo comenzó como una labor de corazón.
Las horas pasaron y la ayuda se empezó a juntar, agua, víveres, medicinas, herramientas y todo lo necesario fue hasta más de lo suficiente, pero vino la ayuda y se necesitaban lonas. La convocatoria se lanzó por redes sociales, en pocos minutos, lo necesario y más llegó al centro de acopio.
En cuestión de minutos, cientos de voluntarios, atendieron el llamado y se presentaron a ayudar, pero todo excedió las expectativas y en poco tiempo, los víveres tuvieron que ser empaquetados y distribuidos a otros lugares de la ciudad de México y comunidades de otros estados.
En todo momento, este lugar ha rechazado la ayuda de cualquier instancia de gobierno, pues señalan que nadie debe venir a lucrar o hacer campaña con la ayuda desinteresada de los vecinos, como sucedió en San Gregorio Atlapulco. De la convocatoria en redes sociales llegaron más y más personas, quienes ofrecieron sus manos para cargar las despensa y los que pusieron sus vehículos para trasladarlas.
De esta misma, vecinos que pidieron el anonimato, trasladaron tres camiones habilitados como dormitorios con capacidad para 85 personas, además de un tráiler con regaderas, y aunque en un inicio esto estaba destinado a los brigadistas, fueron estos mismos los que decidieron que fueran para los vecinos.
Del otro lado, en el multifamiliar, la maquinaria ya se hizo presente, grúas de diversos tamaños y un trascabo trabajan ya en la remoción de escombros que se encuentran en los alrededores del edificio colapsado, en tanto, aún hay brigadistas removiendo piedras a mano con la esperanza de recuperar dignamente, en caso de que existiera otra víctima.
Los mares de personas que se vieron en el multifamiliar en días pasados, se convirtieron en apenas un puñado de brigadistas y decenas de elementos de las fuerzas armadas quienes se encargan de la seguridad de la zona.
Pese a que aún se necesitan voluntarios, estos ya se ven poco por la zona, pues a seis días del intenso sismo, muchos debieron ya retomar sus actividades diarias.