Claudia Sheinbaum firma Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de diciembre de 2019. — El Gobierno capitalino prevé que nunca más se apruebe un gran desarrollo donde no se consulte previamente a los vecinos en la Ciudad de México, a partir de los 5 mil metros cuadrados, como por ejemplo centros comerciales.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum informó este martes en la sala Francisco Zarco, del Antiguo Palacio del Ayuntamiento que este proceso de consulta, ya se ha trabajado con los propios desarrolladores inmobiliarios.
“En su gran mayoría están totalmente de acuerdo, y el objetivo es que antes de dar la autorización de impacto ambiental y urbano de una gran obra pueda haber un proceso de consulta pública; le llamamos proceso porque no es una votación sino se presenta el proyecto, se hace consulta con los vecinos, tienen la oportunidad de hablar con los desarrolladores, hacer cambios de proyecto, hasta que finalmente haya un acuerdo entre quien quiere hacer su proyecto y los vecinos y vecinas”, explicó.
Profundizó que en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) persisten solicitudes de distintas obras y hay algunas que el Gobierno de la CDMX percibe que son importantes para la ciudad, de manera que “siempre hay que consultar sobre todo a los habitantes de la zona”.
Por su parte, Marina Robles García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) en la Ciudad, estará al frente del proceso de consulta en coordinación con la Seduvi, de la mano con la secretaria de Gobierno Rosa Icela Rodríguez, para los casos en que haya algún problema o conflicto que sea de su injerencia.
“Este proceso de consulta busca hacer una valoración social de los proyectos, antes de que la Autoridad Ambiental y Urbana emitan una autorización a un proyecto”, explicó la titular de la Sedema.
Con ello se prevé un proceso ordenado y sistemático para presentar un proyecto en donde se obtenga la opinión de las personas que habitan el sitio donde se desarrollará el proyecto o las poblaciones usuarias del área de influencia, de manera que puedan valorarse los posibles impactos de estos proyectos y la manera en la cual se pueden mitigar, contener, compensar.
“El proceso tiene varias etapas, una primera es cuando ingresa el proyecto al Gobierno de la Ciudad en donde nosotros como autoridad lo ponemos a disposición de las personas de la ciudad, de los habitantes de la ciudad, en el sitio web del Gobierno de la Ciudad y en módulos informativos cercanos a donde el proyecto se desarrollaría.
Además de que el propio desarrollador publicaría este proyecto en un medio de difusión de amplia circulación donde se establecerían las fechas, los horarios y los sitios en los cuales se desarrollarían las actividades de este proceso de consulta”, detalló Robles García.
Se inicia con una serie de reuniones y talleres con los vecinos de la zona y también un proceso de encuesta para recuperar las opiniones, preocupaciones y también las solicitudes y propuestas, comentarios y ajustes posibles al proyecto.
“Si hubiese una construcción de acuerdos en esta primera etapa, el proyecto sigue entonces su curso, de manera que pueda reunirse con el resto de las evaluaciones que se están haciendo de manera paralela de impacto ambiental y urbano, y pudiese entonces autorizarse”, indicó.
En caso de que no hubiera todavía una construcción de acuerdos con los vecinos se continúa a una siguiente etapa en donde se hacen nuevamente reuniones para recuperar la opinión en módulos de recepción de estas opiniones, además de hacerse entrevistas a profundidad, de manera que vuelva a buscarse una construcción de acuerdos.
Si hay efectivamente acuerdos en este momento, nuevamente se va a continuar con el proceso de autorización; en caso de que no suceda, hay una tercera etapa en donde hay otra vez foros y nuevas reuniones para buscar si en este momento del proceso hay construcción de acuerdos y pueda entonces llegarse a una autorización.
“Si no hubiese ni en esta etapa un acuerdo pleno de las condiciones del proyecto se reinicia todo el procedimiento hasta que pueda haber una construcción de acuerdos que permita que los grupos de vecinos y vecinas conozcan y estén de acuerdo a cabalidad con la forma en la cual se desarrollaría un proyecto de esta naturaleza”, describió la secretaria.
Las grandes construcciones, aquellas que estarían sujetas de un proceso de esta naturaleza son aquellos proyectos que tienen un polígono de actuación y fusión de predios a partir de los 5 mil metros cuadrados o bien construcciones en una superficie de terreno a partir de 5 mil metros cuadrados, construcciones totales a partir de 100 mil metros cuadrados, proyectos que impliquen centros comerciales, de espectáculos o similares, o aquellos proyectos donde se presente algún conflicto vecinal.