Ya discute Senado protección y cuidado animal
CDMX, 16 de diciembre, 2016.-En Guerrero la violencia del crimen organizado tiene su origen en la disputa por el control de rutas de trasiego de droga, de la costa del Pacífico hacia el centro del país. Actores de este conflicto han sido Los Rojos y Guerreros Unidos, pero en la disputa también participan remanentes de los Beltrán Leyva y de La Familia Michoacana, el Cártel de Jalisco-Nueva Generación, y al menos una docena más de grupos criminales.
El escenario social en Guerrero es muy complejo en varios de sus municipios el crimen organizado coexiste con grupos armados —principalmente el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), y las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo (FAR-LP)—, y grupos políticos y sociales —como son la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG), la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
Guerrero tiene una población empobrecida, con bajos niveles educación y de salud, y con uno de los ingresos per cápita más bajos del país. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), encontró que la carencia de estos servicios incidía en 74.8 por ciento de los habitantes de la entidad, situación que se incrementaba en regiones como la Montaña, Costa Chica y la Sierra Madre del Sur, donde por falta de vías de comunicación, un importante número de comunidades se encuentran aisladas de las zonas urbanas.
En las últimas semanas, el proceso de debilidad de las instituciones de la entidad llegó a ser objeto de reflexión en columnas políticas y noticieros de radio y televisión. El gobierno de la entidad informó de manera oficial que aprobó que un equipo negociador fuera enviado a la comunidad de San Miguel Totolapan para realizar en la cabecera municipal, un intercambio de rehenes entre el ingeniero Isauro de Paz Duque y la madre de Raybel Jacobo de Almonte, alias “El Tequilero”.
El intercambio se dio en forma pacífica y ambos rehenes fueron liberados. En Tierra Caliente, seis de cada 10 homicidios en este año fueron atribuidos “El Tequilero”, que mantienen una lucha por el control de la zona entre Arcelia y Ajuchitlán y tiene bajo su control el municipio de San Miguel Totolapan.
En 2013, se recrudeció la violencia en el municipio de San Miguel Totolapan, pueblos enteros fueron desplazados por los criminales, 16 comunidades quedaron abandonadas. Algunas familias pidieron apoyo del gobierno, otras huyeron a casa de sus familiares y no regresaron. La disputa por la ruta de San Miguel Totolapan que conecta con la Costa Grande incrementó la cantidad de pueblos desplazados.
El Tequilero, en el 2016 extendió su poder a poblaciones de los municipios de Ajuchitlán, Tlapehuala y Arcelia. El motivo del crecimiento lo atribuyen al cobro de extorsiones y secuestros. Tanto a negocios, empresas constructoras y los secuestros masivos.
A mediados de noviembre de este año el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, negó que hubiera ordenado la ejecución del “El Tequilero. Esta información fue revelada por el Fiscal General Xavier Olea Peláez, quien visitó la comunidad de San Jerónimo el Grande, en el municipio de Ajuchitlán del Progreso. En esta zona se registró el secuestro masivo de 10 personas, por lo que habitantes del lugar anunciaron la formación de un grupo de autodefensa.
En esa visita Olea expresó: “La intención con este sujeto, se los digo con el corazón en la mano, no es detenerlo. Vamos a acabar con él, pero para que ustedes se sientan más tranquilos. Para que ustedes trabajen a gusto y que puedan sobrevivir que esta Navidad sea placentera”, Y sentenció: “Primero es el rescate (de las personas plagiadas) y después le damos pa’bajo a ese sujeto. O al mismo tiempo, pero primero son ustedes. Peor imposible que este Guerrero. Entre funcionarios frívolos y sicarios impunes.