Detienen a 7 personas y aseguran 600 kg de droga en cateos en CDMX
TELIXTLAHUACA, Oax. 28 de noviembre de 2017.- Un cortejo con globos y flores acompaña el féretro blanco que lleva el cuerpo de Edward, el niño de tres años que murió el lunes por la mañana en condiciones no aclaradas.
Pese a que se dijo a los familiares que la causa de la muerte había sido una sobredosis de anestesia, no hay un responsable de ello.
El tío del menor, José Luis Trujillo dijo en entrevista que no saben realmente lo que pasó, si murió durante la cirugía o después.
Este martes el cuerpo de Edward será velado en casa de su madre, después de permanecer unas horas en casa de su abuela.
Lo primero será despedirlo y procesar el dolor de la sorpresiva muerte. El domingo lo llevaron a un parque recreativo, donde ocurrió el accidente que le causó la fractura en su brazo. Primero lo ingresaron al Hospital del Valle, donde les dijeron que requería de la cirugía para la lesión en el codo izquierdo.
Durante la misma, contó, no les dieron información, hasta que pidieron el traslado a otro hospital justificando que no contaban con el equipo necesario.
Se decidió el traslado al hospital San Lucas, pero dos horas después les informaron que el menor había fallecido.
NADIE SABE DE LOS MÉDICOS
En los dos hospitales privados donde fue atendido el menor no proporcionan mayor información. En el hospital San Lucas dijeron que el doctor estaba muy ocupado y que no tenían espacio para ninguna cita.
En el hospital Del Valle solo informaron que el médico que atendió al menor canceló sus citas médicas y el director del nosocomio, único autorizado para dar entrevistas, estaba operando.
Los familiares han señalado al doctor Luis Pérez y Gabriela Cruz, médico y anestesióloga, quienes atendieron al menor, sin embargo no han sido requeridos por alguna autoridad.
En Telixtlahuaca los familares y vecinos se solidarizaron con la familia, acompañaron el cortejo y participarán en el sepelio previsto para este miércoles.
Una fotografía donde se le ve sonriente acompaña a los dolientes, la risa que se convirtió en llanto.