Claudia Sheinbaum firma decreto que garantiza igualdad sustantiva
Morelia, Mich., 26 de octubre, 2017.- El caso de la remoción de Santiago Nieto Castillo como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) sigue dando mucho de qué hablar. Por una parte, haga lo que haga el PRI-gobierno no cambiará la opinión que tiene la mayoría de los mexicanos sobre este grupo de poder. Entre más le mueven para quitarse la etiqueta de corrupción, salen más raspados.
Lo más irónico es que aunque dejaran a Nieto Castillo al frente de la Fepade no significaría ninguna garantía de transparencia y honestidad, porque después de los comicios de 2018, si hubiera reclamos, el mismo grupo de gobierno diría, pero si ustedes insistieron en que se quedara.
Las jugadas maestras del tricolor para controlar y manipular elecciones ya no está funcionando, y prueba de ello es lo que está ocurriendo con la Fepade, porque no hay control absoluto y prueba de ello es el balconeo al ex director de Pemex, Emilio Lozoya, acusado de corrupción por un firma brasileña Odebrecht, escándalo que, literalmente, salpicaría al Ejecutivo Federal, a menos que se tratara de un plan con maña.
Pudiera ser una cortina de humo, para cubrir el proceso político que se avecina. Hasta el momento al gobierno priista le han salido bien las cosas, a pesar de los escándalos, porque la creación de un Frente, y las decenas de candidatos independientes le favores, porque el objetivo principal es restarle seguidores a MORENA.
Pero nada es tan sencillo, la elección presidencial podría salirse de control siempre y cuando arrasara MORENA, y para eso están trabajando desde todos los “frentes” aliados al PRI. Pero nadie tiene el triunfo asegurado, y todos saben que lo peor que pudiera ocurrir es que se diera un estallido social. Es por ello que el gobierno federal pretende blindar su elección desde todos los ángulos, pero como observamos las cosas no se le están dando, y en eso andan.
Lo más grave es que todo parece indicar que a la mayoría de los actores políticos, que participarán en los comicios del próximo año, no les interesa México, solo proteger intereses personales y de grupo, por eso estamos como estamos.