Sheinbaum firma decreto para fortalecer la industria textil nacional
Morelia, Mich., 4 de mayo, 2017.-Es indignante lo que estamos viendo. Ante el riesgo de perder la gubernatura del Estado de México, el PRI y el PAN se han aliado, y no es nuevo, ya que han actuado en complicidad para dar los golpes más duros en contra de la mayoría de los mexicanos, tanto con acuerdos legislativo como de tipo político electoral, como ocurrió con la panista Josefina Vázquez Mota, que en verdad tiene cola que le pisen.
Los dos partidos se han especializado en guerra sucia. Cuentan con miles de millones de pesos para comprar espacios y conciencias, que podemos ver repetirse interminablemente en radio y televisión, y observarlo en la mayoría de medios impresos. No es nuevo. Es parte de la imposición disfrazada de democracia.
El Instituto Nacional Electoral (INE) no representa ni defiende la democracia. Sabemos que las reformas que han hecho son para tener más control de la oposición. Rechazó bajar del aire un spot del PAN que presuntamente calumnia a la candidata de Morena a la gubernatura del estado de México, Delfina Gómez, por considerar que está dentro de los límites permitidos por la libertad de expresión. (La Jornada)
Ante la queja, los integrantes del INE consideraron que estas críticas se dan en el marco del debate público-electoral derivado de la confrontación entre partidos políticos en un proceso comicial.
Morena planteó que contiene muchas mentiras. La primera, indicó en su queja, consiste en que 88 por ciento de alumnos obtuvo nivel suficiente cuando fue directora de la escuela Netzahualcóyotl (2006-2012). En cosas tan simples e inverosímiles, los partidos de derecha pretenden hacer cree que la maestra Delfina fue una pésima directora de escuela, utilizan una serie de mentiras y barbaridades que el órgano electoral no observa.
Se está repitiendo la historia, pero corregida y aumentada. No queremos pensar lo que ocurrirá el próximo año. Hay indignación y enojo, no es de creer lo que está pasando. Así se la gastan los políticos. Quién no recuerda las manos limpias de Felipe Calderón; Andrés Manuel López Obrador como un peligro para México, y tanta propaganda sucia y negra, que más bien definía a quienes la promovieron. Como ocurre ahora.