Por malas que sean las noticias, las apechugamos

Morelia, Mich., 9 de marzo.- Sabemos que hay decenas de países que funcionan diferente a México. En enero recibimos la noticia de que el gas y la gasolina habían subido aproximadamente el 20 por ciento. Hubo protestas pero finalmente apechugamos. Han pasado poco más de dos meses y ya todos guardamos silencio, aceptamos como inevitable el hecho de que suban y bajen dos o tres centavos diariamente los precios del combustible.

El 20 de enero, tomó posesión Donald Trumpo como presidente de Estados Unidos. Desde su arribo fue amenazante y todos los días ha lanzado bocanadas de odio en contra de los migrantes. Pero poco a poco se acaba la indignación, la solidaridad, la denuncia, porque una vez que las noticias se avejentan es difícil revivirlas. O al menos hay temas que se tienen que dejar descansar. Así que Trump ha dejado de causar tanto miedo. Está como el Popo, suelta exhalaciones de vez en cuando, pero no ha hecho erupción.

En casi dos meses, al menos hemos podido constatar que no ha iniciado la construcción del muro, ni han sido deportados millones de mexicanos. El presidente Enrique Peña Nieto es quien más se benefició con el arribo de Trump, porque de alguna forma frenó su caída libre, donde más del 85 por ciento de los mexicanos reprobaba su gobierno.

Ahora parece que no ha pasado nada, el presidente Peña está más ocupado en estos momentos en ganar la elección del Estado de México que en gobernar al país; que se ubica con una economía social por los suelos, donde sólo los grandes capitales se siguen beneficiando, a pesar de la crisis en la que viven la mayoría de los mexicanos.

Somos un país muy especial. Acabamos de demostrar a quienes ostentan el poder en México que podemos seguir gobernados por los mismos grupos que se reparten el país desde hace casi medio siglo. A ver qué sigue, al fin y al cabo que sabemos apechugar cualquier afrenta.