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JOSÉ MARÍA MORELOS, QRoo, 16 de septiembre de 2018.- Sin importarle que murieron cientos de miles de abejas hace un mes, en una primera fumigación, el empresario yucateco Pedro Pablo Erosa Manrique, ordenó una segunda fumigación, esta vez con la autorización de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca de Quintana Roo, lo que ha provocado la muerte de otros cientos de miles de abejas en este municipio.
El daño preliminar son otras 228 colmenas y 14 empresas de miel afectadas, denunciaron apicultores de este municipio, quienes lanzaron una llamada de auxilio al futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, para frenar esta devastación ecológica hecha con premeditación y ventaja.
Los apicultores de José María Morelos señalaron que más de 200 colmenas de los ejidos de San Felipe I, Nuevo Reforma y Kankabchén de este municipio sufrieron los efectos de una nueva fumigación en el plantío de chile habanero del yucateco Pedro Pablo Erosa, quien ordenó a sus empleados volver a rociar el líquido tóxico prohibido incluso por organismos internacionales, ya que no solo contamina el chile habanero: mata toda clase de insectos que mantienen en la selva el equilibrio de la naturaleza.
“Los empleados de Pablo Erosa dicen que a él solo le importa vender su chile, que dice que le valen madre las abejas de Quintana Roo y que aparte le hace un favor a Yucatán para que sea el líder en producción de miel en la península, que con dinero bailan las perras autoridades estatales y municipales”, comentaron preocupados e indignados los apicultores.
De esta manera, a unas semanas del ecocidio volvió a ordenar fumigar sus plantíos este 10 de septiembre pasado, días después de haber firmado un convenio con las autoridades que lo compromete solo a resarcir el daño parcial que ocasionó en agosto a los apicultores del Ejido Candelaria. Los afectados informaron a la sociedad Coopertiva U Lool Ché y al Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible-Península de Yucatán (CCMSS-PY) que al revisar sus apiarios encontraron el suelo tapizado de abejas muertas por la nueva fumigación.
“El ecocidio que hace con tal cinismo y desparpajo solo porque dice que su billete calla perro, representa años de trabajo de muchas familias y dedicación de lo que para nosotros es una tradición ancestral, ese ecocidio es un doloroso acto que solapan las autoridades estatales y municipales, por lo que pedimos a Profepa, Sagarpa y Semarnat federal intervengan, porque si seguimos así, Quintana Roo se quedará sin abejas “, lamentaron preocupados.
Los apicultores comenzaron a realizar muestreos, con apoyo de especialistas en la materia. El empresario Pedro Pablo Erosa el 13 de agosto pasado fumigó su plantío de chile habanero y causó la muerte de cientos de miles de abejas en el Ejido Candelaria, pero las autoridades solo le hicieron firmar un convenio donde se compromete a resarcir el daño parcial que ocasionó a los apicultores.
Por ello, pagará mil 300 pesos por colmena, cuando el precio real es de mil 700 pesos y solo se hizo responsable de 250 de las 357 colmenas que afectó, lo que implica que pagará 281 mil pesos menos por el daño que provocó el mes pasado.
“Sin embargo, las colmenas y las abejas no las vas y compras en un supermercado, tardan meses en reproducirse y formarse las colmenas y años en volver a tener ese número de abejas que mataron con un químico prohibido por países como Estados Unidos para aplicarse en productos de ingesta, como el chile habanero”, dijeron los apicultores.
Confirmaron que el convenio del empresario yucateco tiene el aval de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca de Quintana Roo (Sedarpe) y de la Fiscalía General del Estado, que coaccionaron a los apicultores del Ejido Candelaria a firmarlo y le permite a Pedro Pablo Erosa Manrique poder seguir usando ese agroquímico. Wilson Ayala, del Ejido Candelaria, comentó que verbalmente el empresario yucateco les dijo que ya no usaría químicos tóxicos, pero les alertó que “cerraran sus piqueras” cada vez que hubiera una nueva fumigación a cargo de su personal.
A la fecha en México hay deficiencia y lagunas en la regulación de agroquímicos y productos nocivos para la tierra, las abejas y la biodiversidad en general. Las autoridades de los tres niveles de gobierno fomentan su utilización, sin hacer pruebas fehacientes del daño que se provoca a la salud humana y al ecosistema.
En Quintana Roo, por ejemplo, la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca (Sagarpa) ha entregado agroquímicos dentro del Programa de Apoyos para Productores de Maíz y Frijol (PIMAF) 2018, pero contienen Dap, Amina, Paraquat, Foliar y Glufisato, químicos que contaminan la tierra, los cultivos, envenenan el polen, a las abejas y si caen en cuerpos de agua pueden dañar los mantos freáticos y por ende al ser humano.
Quintana Roo es un estado reconocido internacionalmente por la calidad de su miel, pero en el último quinquenio la producción ha bajado y ante tal ecocidio este 2018 se ubicará en el último lugar de la Península de Yucatán en la producción del dulce natural.