Consolida Quadratín presencia en 19 estados durante Cumbre en Acapulco
Morelia, Mich., 9 de mayo, 2017.-Se acaban de cumplir 35 años de que fue construido el Sistema Cutzamala, que abastece de agua potable a la capital del país y a parte del Estado de México, de las aguas provenientes de los bosques de Zitácuaro, Tuxpan, Ocampo… en general del oriente de Michoacán.
Es una de las obras más importantes del mundo pero la materia prima, el agua, proviene de los humedales y de la filtración en los pinos y oyameles. Pero hay que decir que en las última cinco décadas se ha perdido casi el 40 por ciento del arbolado, por la tala legal e ilegal, el cambio de uso de suelo, plagas e incendios forestales. Este sistema, opera las 24 horas, los 265 días del año y abastece 20 metros cúbicos cada segundo, pero las comunidades mazahuas, donde nace el vital líquido viven en pobreza.
Es por ello, que desde hace décadas, ha habido dirigentes partidista, políticos, como el gobernador Silvano Aureoles que pedía que el gobierno de la Ciudad de México pagara por los llamados servicios ambientales.
Significa por ejemplo que cada usuario erogara una cantidad mínima que se tradujera en bienestar para esas comunidades, que incluso estarían obligadas a reforestar, lo que permitiría generar cientos e incluso miles de empleos.
El Sistema Cutzamala recorre más de 320 kilómetros, con un enorme consumo de energía eléctrica, pero sin duda lo más grave es que los dueños del agua no cuenten con el vital líquido para su servicio y para apoyar a su precaria agricultura. Sin este servicio, la capital del país ya hubiera colapsado. Pero como siempre, en la casa del herrero el azadón es de palo.