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Morelia, Mich., 4 de marzo, 2017.- En 1910, el periodista norteamericano John K Turner, escribió en el libro México bárbaro, que ninguna publicación mexicana se atrevía a criticar de modo directo al dictador Porfirio Díaz. Pero de manera inexplicable ocurría lo mismo con la prensa norteamericana.
“Hasta ahora no conozco un solo libro, publicado y distribuido con regularidad, que censure seriamente al presidente Díaz de modo personal o a su gobierno; pero podría mencionar por lo menos 10 que lo ensalzan de manera extravagante”, escribió Turner (1879-1948) que a partir de 1905 cuando conoció a los liberales mexicanos y decidió viajar a México conoció la realidad tal cual de esclavitud que pudo entender que tarde o temprano habría una lucha armada.
Conoció de la esclavitud de los campos de henequén; de la deportación y exterminio de los yaquis para despojarlos de sus tierras y enviarlos a los campos de la península de Yucatán, en donde sobrevivían menos de un año por las condiciones infrahumanas en las que se encontraban.
Sobra decir que en ese tiempo ya habían intereses estadunidenses bien manifiestos. De hecho, el gobierno del vecino país del norte apoyó al dictador Díaz en su afán por mantener el poder.
Los estadunidenses, reforzados con las ideas dictatoriales de Díaz, pensaban que los mexicanos no eran aptos para la democracia, por eso había que esclavizarlos en aras del progreso, “porque no harían nada por sí mismos ni por la humanidad, sino se les obligase a hacerlo por miedo al temor al látigo o al hambre”.
No necesita de muchos comentarios, pero han transcurrido casi 120 años, y evidentemente que las forman han cambiado, incluso también el progreso llegó a México, pero en el fondo existe el estigma del que hablaba el periodista Turner.