Sheinbaum responde a Trump: diálogo y cooperación, no amenazas
Morelia, Mich., 6 de diciembre.- No deja de ser optimista que oficialmente se decreten 65 millones de hectáreas más de áreas naturales protegidas, pero se trata de recursos marítimos que se encuentran en buen estado y que realmente no están en grave riesgo, como los son millones de hectáreas deforestadas, ríos contaminados y laderas erosionadas.
Sin ser mata-pasiones el decreto que anunció el presidente Enrique Peña Nieto no es tan espectacular como parece a primera vista. Las nuevas áreas protegidas se ubican en las islas del Pacífico y la protección de arrecifes en la Zona del Caribe.
A partir de este día serán 91 millones de hectáreas protegidas, 70 de ellas son marinas y el resto terrestres. (Diario La Jornada). No está nada mal lo que anunció en Cancún el presidente Enrique Peña Nieto durante una reunión de funcionarios ambientalistas de más de 190 países que se dieron cita en el citado lugar paradisiaco.
Hay que señalar otro aspecto importante, la protección de áreas protegidas no se da por decreto. Conocemos la zona de la mariposa monarca que sigue siendo devastada; o las miles de hectáreas que hay en Coahuayana, o cualquier otro sitio de México donde podemos observar cómo los recursos naturales se degradan.
No es sólo el presidente Peña quien ha hecho poco por el medio ambiente, sino casi todos los presidentes de las últimas tres décadas, y tal vez desde mucho antes, lo que pasa que no era notorio porque el medio ambiente todavía no se había contaminado tanto.
¿Saben que casi el 50 por ciento de los bosques han sido arrasados en México y que no se siembra ni siquiera el 15 por ciento de los árboles derribados cada año?; ¿que no hay un solo río, lago o laguna que no esté contaminada?; ¿que las ciudades están diseñada para atender la industria automotriz y no las necesidades ambientales?
Desgraciadamente las cosas no son siempre lo que parecen. Estuvo bien lo del decreto, pero hay problemas más serios no atendidos.