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TAPACHULA, Chis., 10 de julio de 2018.- Kenny Omar Ríos Martínez, un migrante de origen hondureño, solicita la ayuda del consulado de ese país para poder repatriar el cuerpo de su esposa Karen Sabio, quien falleció desde el pasado 7 de junio de un paro cardíaco en esta ciudad.
La mujer de origen centroamericano, ha cumplido un mes y se encuentra en un enfriador en la funeraria casa de los Ángeles, a un costado del consulado de Honduras.
Ríos Martínez, explicó que son 13 mil dólares que le cobraban para poder repatriar el cuerpo de su esposa a Honduras, sin embargo, al carecer de recursos acudió al consulado de su país y aún está a la espera de que se finalice el proceso para poder trabajar y mantener a su hija. “Lo que quiero, es que el consulado de honduras, analice este proceso, porque ya estoy desesperado, ya quiero salir de esto”.
El argumento del consulado de honduras, es que esperan una llamada de cancillería, “pero desconozco si es de México o de mi país, por ello, estoy pidiendo que se agilice la repatriación”.
Ríos Martínez, recordó llegó a Tapachula desde el pasado 6 de febrero, acompañado de su esposa Karen Sabio y su hija Cristina de un año y tres meses, pero migración los detuvo en Tuxtla Gutiérrez y los traslado a Tapachula.
Días después, su esposa de 28 años, decidió ir a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) a pedir refugio, la solicitud fue escuchada por las autoridades y a los tres les dieron esta condición.
Mientras tanto la familia, se dedicó a trabajar en el Parque Central Miguel Hidalgo, haciendo trenzas, con extensiones y estambres en el cabello; oficio que les deba para cubrir los gastos básicos.
Narró que el pasado 8 de junio día en que falleció su esposa de un paro cardíaco fue el golpe más duro de su vida, a estas fechas el joven padre no ha podido llevar los restos de su esposa a su natal honduras.
Aunque en su hija tiene su motor, los días para Kenny son complicados, en su condición es difícil conseguir trabajo, porque no tiene con quien dejar a la menor.