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OAXACA, Oax., 14 de noviembre de 2017.- Luego de 15 años con diabetes, la señora Guadalupe ha aprendido que “vivir con esta enfermedad no significa darse por vencido, es valorar la vida, ser conscientes, aceptar este padecimiento, cuidarse y seguir viviendo”.
Desde hace 15 años cuando le detectaron diabetes, la vida de Lupita, como le dicen de cariño, cambió por completo: ella solía hacer sus quehaceres, cocinar, ir a fiestas, comer de todo, vivir la vida en su plenitud.
Sin embargo, el tener esta enfermedad le provocó un gran cambio en su estilo de vida, lo que le provocó en un principio entrar en negación y depresión.
“No quería aceptarlo, ningún miembro de mi familia lo ha padecido para que yo tuviera esta enfermedad”, expresó con tristeza al recordarlo.
Sin embargo, gracias al apoyo económico y sobre todo moral, solidario y afectivo por parte de su familia: esposo, hijo, hijas, nietos y nietas pudo salir adelante, buscando ayuda del psicólogo para aceptar su enfermedad.
Lupita ahora tiene 67 años de edad y tiene una vida más tranquila y saludable, al punto de olvidar que padece de diabetes, pues sigue las recomendaciones de sus doctores al pie de la letra: toma sus medicamentos, acude cada mes a su chequeo médico, lleva una alimentación balanceada, especialmente alimentos verdes; trata de evitar sorpresas que la angustien, duerme bien, hace ejercicio y pone todo de su parte para no presentar complicaciones.
Por tal motivo, Lupita recomendó cuidarse a quienes no padecen esta enfermedad, y para quienes ya la tienen, dijo que la aceptación es el primer paso.
“La vida de un diabético ya no es igual al de una persona ‘normal’, sin embargo, no hay que esperar a estar enfermo para cuidarse y llevar una vida saludable. El primer paso para sobrellevar esta enfermedad es aceptar que se tiene y cuidarse para tener una vida más tranquila y lo más normal que se pueda”, dijo.