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OAXACA, Oax. 1 de abril de 2017.- El ex gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, no solo dejó un desastre económico en la entidad, sino favoreció durante su administración a grupos de choque como el denominado Frente Popular Revolucionario (FPR) 14 de junio.
Durante su administración, esta agrupación se fortaleció a través de dotación de concesiones de taxis y mototaxis, espacios para vendedores ambulantes y casas para los invasores de predios.
Aunque su dirigente, Francisco Martínez, conocido como Don Panchito, estuvo dos veces detenido, obtuvo su libertad en diciembre de 2016, y sigue ahora sus movilizaciones como supuesto aliado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Uno de los aspectos más notorios del apoyo que ofreció Gabino Cué fue la entrega de 36 casas, con un costo aproximado de 400 mil pesos cada una, la compra del predio donde se ubican y la permisividad de la invasión de un predio que pertenece a la Universidad Regional del Sureste (URSE).
Las viviendas no cuentan con luz, ni con drenaje, pero están habitadas por personas que forman parte de esta organización desde el 28 de octubre de 2016, cuando se hizo la entrega estando en prisión el representante de esta organización.
Ubicadas en un predio conocido como El Mogote, en la colonia Guadalupe Hinojosa de Murat, las viviendas son apenas una parte de las dádivas que han recibido por parte del gobierno.
Quienes viven ahí son beneficiarios también de espacios invadidos para la venta ambulante de diversos productos en El Parque del Amor y de mototaxis que utilizan para bloquear cuando los llama su cabecilla Don Panchito.
“Falta luz, drenaje, no contamos con los servicios, el agua la compramos en pipas”, cuenta una mujer de la organización que está viviendo en las casas donadas por el gobierno de Oaxaca.
Refiere que solo compran el agua, con un costo de 100 pesos por tinaco, porque no tienen dónde almacenar el agua.
El Frente Popular también obtuvo del gobierno la reubicación de algunas casetas y apoyos para construirlas “son vendedoras del Parque del Amor, las están reubicando”.
La mujer narra sin problema que hace nueve años identificaron un predio que la URSE ocupaba como estacionamiento “llegamos de paracaidistas, ellos lo usaban como estacionamiento, pues nosotros dijimos, vamos a agarrar ahí”.
Esperaron nueve años para que durante la administración de Cué adquiriera el predio, pero la invasión persiste, tanto en los terrenos propiedad privada como en El Parque del Amor.
Francisco Martínez hizo recientemente una protesta, para pedir que se les haga entrega del resto de las viviendas y justificó que las familias “viven en un área de alto riesgo”.
Según este individuo, que está coludido con otras agrupaciones de presión como el Sindicato Libertad y la Unión de Pueblos Indígenas, hay recursos del gobierno federal que no les fueron entregados durante la administración anterior y los está reclamando.
La impunidad con que se conducen los miembros de esta organización les permite acciones violentas como las vividas en últimos días, donde han golpeado a los automovilistas que se interponen en el paso de los mototaxistas aunque vayan en sentido contrario.
Mientras tanto, continúan sus invasiones y el perjuicio a terceros con sus protestas violentas, en espera de que la actual administración les entregue las 16 viviendas restantes o las que pidan en el curso de su movilización.