Pablo Cabañas Díaz/Quadratín Debate
Relaciones Exteriores: Errores y “triunfos”
CDMNX, 22 de junio, 2017.- El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso encabezó un intento de castigo continental a la desastrosa administración de Nicolás Maduro en Venezuela. Las palabras utilizadas por Videgaray para promover una mediación diplomática en Venezuela también son aplicables a la realidad actual de México.
Venezuela reviró a la diplomacia mexicana con una resolución propuesta a la Asamblea General Organización de los Estados Americanos (OEA) para exigir justicia en torno a los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, luego de que México ha promovido un pronunciamiento crítico hacia el gobierno de Maduro.
Videgaray, al frente de un grupo de 14 países confiaba en aprobar una resolución que pedía reconsiderar la convocatoria de la Asamblea Constituyente en Venezuela, entre otras demandas. Pero a la hora de la verdad se quedaron a tres votos de lograr los 23 necesarios, porque les fallaron algunos apoyos escurridizos de naciones caribeñas que se hallan en medio de los dos bloques enfrentados en la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la crisis venezolana. El titular de la política exterior mexicana no aceptó su fracaso y lo “vendió” como un triunfo al utilizar frases histriónicas en las que convocó a “estar muy atentos” porque aún “pueden pasar muchas cosas”.
Después de tres días de perder el tiempo en un lujoso hotel de Cancún, Quintana Roo queda claro que cualquier decisión contundente de la OEA sobre Venezuela pasa por convencer a más países del Caribe de que la crisis es demasiado grave como para mirar hacia otro lado. Quien sí fue clara al enunciar esta realidad fue la canciller de Venezuela Delcy Rodríguez, al denunciar que el proceso para convencer a los países del Caribe se basa en un mecanismo de “extorsionar y presionar” y culpó a quien considera el verdadero “jefe” de dicha operación: Estados Unidos.
El representante de Washington como los del resto de países del grupo de los 14, dejaron en claro que el liderazgo de las iniciativas de la OEA sobre la crisis de Venezuela, en los últimos meses es México, y por ende también del fracaso de la Asamblea organizada en Cancún. Peor imposible.
El autor del artículo es académico de la FCPyS de la UNAM