Gobierno de México asegura 61.1 toneladas de droga y 3 mil armas
Moratoria no es lo mismo que suspensión.
Aunque hay quienes pretenden hacer creer que las y los congresistas federales integrantes de la alianza legislativa Va por México estamos renunciando a nuestra labor parlamentaria al declarar la Moratoria Constitucional, lo cierto es que quienes sostienen esa falsedad ignoran el significado de moratoria, que es sinónimo de plazo, de tiempo, y es justamente lo que la oposición en este país requiere para analizar concienzuda e integralmente las propuestas que el grupo en el poder plantee de reforma constitucional.
No se trata de obstaculizar ni de burocratizar, sino de defender los auténticos intereses nacionales al no permitir que, a pesar de los nefastos resultados que se han obtenido en materia de seguridad pública, se siga incurriendo en el error de convertir a la Guardia Nacional en un ente militar y que, no obstante las magníficas cuentas que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha entregado a las y los mexicanos al organizar y calificar elecciones, se pretenda desaparecer a la institución más apreciada y reconocida por el pueblo mexicano.
De ahí la moratoria: para no volver a permitir que el Ejecutivo se imponga al Legislativo y pretenda que sus proyectos sean aprobados fast track, sin importar la gravedad y repercusiones de su contenido.
Pareciera que el concepto de democracia que desde el poder se tiene es un sistema dominado por sus decisiones, con opositores dóciles y sometidos a su poder y con complacencia a todo lo que se le ocurra. Pero eso existe ya en otros países y no es democracia, sino tiranía.
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