Magistrados afines a opositores restringen a AMLO y Pueblo: Presidencia
TAPACHULA, Chis., a 02 de enero de 2019.- Más de 2 mil indígenas tzotziles del municipio de Aldama se encuentran desplazados viviendo en campamentos sin comida, medicinas ni atención médica, sitiados por grupos armados y sin poder trabajar sus tierras que les proveen de alimentos.
Mientras tanto, siete representantes de los desplazados enfrentan órdenes de aprehensión por homicidio, asociación delictuosa, entre otros delitos, derivado de un conflicto agrario que data del año de 1975, y ha dejado una estela de muertos y heridos de ambos bandos.
De acuerdo a representantes de los desplazados, las agresiones armadas contra hombres, mujeres, niños y adultos mayores de cuatro comunidades, se intensificó a partir del 12 de diciembre del año pasado, a pesar de la presencia de la Policía Estatal en la comunidad de Santa Martha.
Ese día, Martín Ruiz Santiz fue alcanzado por una de las balas de los grupos armados, cuando junto con su familia se dirigían a recoger la cosecha de café, falleciendo horas más tarde en el hospital de Tuxtla Gutiérrez.
Explicaron que a partir de ese día, los grupos armados realizan disparos hacia la carretera, única vía de comunicación entre la cabecera de Aldama y las comunidades, para evitar que los indígenas vayan a sus tierras a recoger sus cosechas de café o la trabajen para producir su alimento, como maíz, frijol y verduras.
Refieren que más de 2 mil indígenas, en su mayoría mujeres, niños y adultos mayores, han tenido que huir de sus comunidades hacia el bosque y agruparse en campamentos para no ser alcanzados por las balas.
Denuncian que sus tierras se encuentran en poder de los grupos armados, quienes han quemado sus cultivos de café y no pueden cultivar sus tierras que les proveen de alimento.
Abundan que no tienen comida, medicina ni atención médica, y los niños y adultos mayores presentan problemas de salud.
Denunciaron que el exsecretario de gobierno, Mario Carlos Culebro Velasco se dedicó a proteger a los paramilitares que los agreden y a ellos los amenazaba con meterlos a la cárcel.
“Lo único que queremos es vivir en paz, que se investigue y desarticule a los grupos paramiliares protegidos por algunos políticos”, demandaron.