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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de diciembre de 2019.- La UNAM impulsa el desarrollo de un tercer geoparque en México. De aprobarse el Proyecto Peña de Bernal y el Triángulo Sagrado de Querétaro, formaría parte de la Red Global de Geoparques de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), anunció Gerardo Aguirre Díaz, coordinador del proyecto e investigador del Centro de Geociencias (CGeo), unidad Juriquilla, Querétaro.
De acuerdo con la máxima casa de estudios, si el organismo internacional ratifica la propuesta, entre abril y mayo de 2020 esta reserva se uniría al selecto grupo de geoparques inscritos en la red, del que ya forman parte la Comarca Minera de Hidalgo y Mixteca Alta de Oaxaca, asentados en 2017 y gestionados por esta casa de estudios.
“La declaratoria sería un gran logro no sólo para la Universidad, sino para México, pues nos colocaría en el contexto internacional como un país preocupado por el desarrollo sustentable y la protección del medioambiente”, afirmó Aguirre Díaz.
El universitario, quien ha trabajado en el proyecto desde hace 12 años, y por más de 30 años ha investigado la geología de Querétaro, recordó que en 2009 la Peña de Bernal fue nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta distinción abonaría al esperado nombramiento como geoparque, junto con sus tradiciones otomí-chichimecas, sus características geológicas y su gran biodiversidad, originada por la intersección de tres provincias geológicas importantes: la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental y el Cinturón Volcánico Transmexicano.
La propuesta
En el Proyecto Peña de Bernal y el Triángulo Sagrado de Querétaro se exaltan las virtudes de esta zona geológica, con características únicas en el mundo y atractivos naturales. Se busca que sus sitios de interés y paisajes tengan un concepto holístico; asegurar su protección y educar a los visitantes y población local a través de un desarrollo sostenible, ejes principales que la UNESCO solicita para lograr la categoría de geoparque.
“Pretendemos que los pobladores de los municipios dentro del geoparque valoren la zona que habitan, la protejan y se beneficien económicamente al lograr un desarrollo sostenible: generen sus propios empleos en hoteles, restaurantes, como guías de turistas o con la venta de artesanías, al tener mayor cantidad de visitantes de calidad”, subrayó Aguirre Díaz.
De convertirse en un geoparque mundial avalado por la UNESCO será necesaria la capacitación y constante actualización de los habitantes para que ofrezcan visitas guiadas, trípticos, pláticas, proyecciones e información de la reserva, encaminados a crear conciencia sobre el valor de un geoparque mundial e invitar a cuidarlo y protegerlo, resaltó.
“Se espera que paulatinamente el turismo de calidad aumente y favorezca la protección de la naturaleza, y que reemplace al turismo masivo que daña el medio ambiente”.
Por otro lado, estudiantes y grupos escolares de todos los niveles de educación podrán hacer visitas y aprender directamente la geología del lugar, la biodiversidad, la astronomía y la cultura.
Asimismo, instituciones participantes como la UNAM, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ofrecerán capacitación, desarrollo y divulgación de la ciencia a través del trabajo de investigadores y estudiantes que aportaron sus conocimientos para este proyecto.
Con una extensión de seis mil 303 kilómetros cuadrados (km2), que abarcan casi la mitad del estado de Querétaro, el geoparque destacará cuatro temas fundamentales y de interés para la población: geología, biodiversidad, cultura y astronomía.
Incluye el área conocida como el “Triángulo sagrado de las culturas otomí-chichimeca”, en cuyos vértices se ubica la Peña de Bernal (al sur), el volcán El Zamorano (poniente) y el cerro El Frontón (oriente).