Gobierno de México presenta la Plataforma, Receta Completa, del IMSS
MORELIA, Mich., 22 de septiembre de 2018. – Un grupo de 30 personas privadas de la libertad, del Centro de Reinserción Social de Zitácuaro, proyectan vender en Michoacán y el Estado de México más de 10 mil piñatas en la temporada navideña.
El proceso para la fabricación de encuentra perfectamente diseñado, primero la manufactura semanal de las bases, en seguida cientos y cientos de cuernos, la unión de estos y para el cierre se corta y pega el papel metálico y china. Todo a mano y hasta ecológico, porque se recicla el periódico.
Los precios al mayoreo van desde los siete pesos, la de menor tamaño, y hasta los 200 pesos, siendo la de mayor colocación las de 22 pesos, o cinco picos mediana que regularmente se observan colgando en los mercados, comentó el director del penal Rafael Salazar Esquivel.
“El taller de piñatas, que forma parte de la industria penitenciaria, es redituable y por ello que anualmente durante la temporada decembrina de vendan hasta cuatro camionetas de piñatas a comerciantes de siete municipios de la región, como Benito Juárez, Tuxpan y aquí Zitácuaro, además, por su calidad también recurren a este centro comerciantes provenientes del Estado de México”, explicó el funcionario de la Coordinación del Sistema Penitenciario (CSP).
El taller ha logrado tal éxito y posicionamiento que no sólo genera empleo a una persona de manera directa, sino que hay ya quienes cuentan con empleados para incrementar la producción. A poco más de dos meses de que comiencen las posadas y ya los techos de los talleres lucen llenos de estrellas, figuras de animales, dibujos amados y niños sin color.
Sin embargo, con todo y la calidad de las piñatas, la sana competencia entre los internos es alta. Afanosamente trabajan decenas de carpinteros en tallar sillas de finas maderas como parota, cuéramo, pinos y hasta la delicada, y difícil de trabajar, del árbol Brasil. Finas piezas que dan muestra que han dejado de ser carpinteros amateur.