Claudia Sheinbaum presenta CADERR como eje económico del Plan México
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de febrero de 2020. — Este domingo se conmemora el 107 aniversario de la Marcha de la Lealtad, para recordar cuando los cadetes del Colegio Militar acompañaron al Presidente Francisco I. Madero en Columna de Honor.
En el Castillo de Chapultepec, el presidente de México y comandante supremo de las Fuerzas Armadas, Andrés Manuel López Obrador, encabezó el solemne evento acompañado de su esposa, quien preside el Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, así como de representantes del Poder Legislativo y Judicial.
El Jefe del Ejecutivo arribó al Castillo a las 10:42 horas de este domingo, para dar paso a los honores a la Bandera Nacional. En el presídium, acompañaron al Primer Mandatario el almirante José Rafael Ojeda, titular de la Secretaría de Marina (Semar), y el general Luis Cresencio Sandoval, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Ante la situación inestable que se vivía en esos días por la sombra de la traición y atendiendo al Presidente Francisco I. Madero, los cadetes no dudaron en acompañarlo para cuidar su seguridad”, narró el General al uso de la palabra.
“Hoy como ayer defendemos la democracia que don Francisco I. Madero instituyo porque sabemos que ese es el camino correcto para la consolidación de este país… como instituciones vamos siempre unidos en el cumplimiento del deber”, agregó.
El general Luis Cresencio Sandoval exaltó la vigencia de los ideales de justicia social por lo que enfatizó: “El objetivo es claro, lograr la transformación de la vid pública de México a través de erradicar la corrupción, garantizar una democracia plena, actuar con honradez, justicia y apego a la Ley”, con respeto a los derechos humanos para alcanzar el bienestar del pueblo de México.
También acompañaron al Jefe del Ejecutivo, Laura Angélica Rojas, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Mónica Fernández, quien preside de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, el ministro Arturo Saldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, además del Gabinete legal y ampliado del Gobierno de México, presidentes de las , funcionarios de Sedena y Semar, legisladores, ex directores del Heroico Colegio Militar, generales y almirantes en situación de retiro, e invitados especiales.
¿Qué es la Marcha de la Lealtad?
La Secretaría de la Defensa Nacional refiere que se le conoce como Marcha de la Lealtad, al episodio ocurrido el 9 de febrero de 1913, cuando los cadetes del Colegio Militar acompañaron al Presidente Francisco I. Madero en Columna de Honor, durante su trayecto con rumbo a Palacio Nacional, el cual había sido tomado en medio de un Cuartelazo iniciando en la madrugada del mismo día.
Al saber de los acontecimientos, la mañana del 9 de febrero de 1913 el Presidente Francisco I. Madero salió a caballo de su residencia en el Castillo de Chapultepec y se dirigió al Colegio Militar ubicado en el mismo recinto.
De inmediato, el Teniente Coronel Víctor Hernández Covarrubias, Subdirector del Plantel, ordenó que los alumnos se prepararan para salir en uniforme de gala.
El Presidente explicó a los cadetes la situación en que se encontraba la Capital. Aproximadamente 350 alumnos, entre 16 y 28 años de edad aproximadamente, partieron esa mañana de Chapultepec para acompañar al Presidente como una muestra incontestable de la lealtad del citado Plantel en defensa de las Instituciones.
El 10 de febrero por la noche, el Presidente ordenó que los alumnos regresaran al Colegio Militar, los cuales efectuaron su marcha con todas las normas y precauciones de campaña; continuaron en acantonamiento de alarma, haciendo todos los servicios tácticos de seguridad, puestos avanzados, patrullas, etc., cubrieron toda la extensión del bosque, su propio alojamiento y el Castillo de Chapultepec que era la residencia presidencial.
Además, ya en el Colegio todo el personal de jefes y oficiales solicitaron ser colocados en los puestos de combate de mayor peligro para defender a las Instituciones, a lo cual la Secretaría de Guerra y Marina respondió que “siendo ese plantel un centro de instrucción educativo que no debe colectivamente tomar participio en las luchas intestinas, debe conservarse neutral, mantener sus energías y estar preparado por si el curso de los acontecimientos nos orillan a un conflicto internacional y en el que como mexicanos y soldados de cuna, tendrán que mantener la integridad y el decoro de la Patria.