CUERNAVACA, Mor.-17 de diciembre de 2016. “Yo creo en la justicia divina y aquellos que obran mal, les va mal”, con estas palabras un desgastado pero ligeramente aliviado Cuauhtémoc Blanco Bravo, alcalde de Cuernavaca anunciaba la suspensión del juicio político interpuesto en su contra por el abogado Raúl Carrancá y la LIII Legislatura de Morelos.
Previo a esto, en al atrio de la Catedral, donde el ex futbolista instaló la sede alterna del ayuntamiento, se dieron cita el rector de la UAEM, Alejandro Vera; el activista Javier Sicilia, Juan José Arrase, miembros de los 13 pueblos, y de la Coordinadora de Movimientos Morelenses, Juan José Arresé, entres otros actores sociales con algo en común: la desavenencia del gobierno estatal en turno con ellos; su apoyo al Cuau fue externado por el rector en estos términos “bienvenido al club”.
En su momento, el rector dio un discurso donde lamentó la descomposición social en la entidad y los tristes ataques a los que ha sido sometido el edil capitalino por la “mafia” en turno, que está a un paso del fascismo.
En un comunicado leído, se hizo patente que la Suprema Corte de Justicia dictaminó la suspensión del juicio político contra Cuauhtémoc Blanco, cuya respuesta fueron atronadores aplausos y gritos de júbilo de las decenas de personas que apoyan al Cuau.
Este, visiblemente conmovido indicó que seguirá trabajando por Cuernavaca, que les demostró a todos aquello que lo atacaron que quien obra mal les va mal, “preguntémosle a las personas si quieren al Gobernador o a Gayosso, a mí no habría que preguntar qué pienso, sino a la ciudadanía, que nos ha votado”.
A cada palabra suya, todos los que le apoyaron hacían mutis, el ex futbolista se comprometió a trabajar, hacer lo posible por Cuernavaca y el apoyo de todos aquellos que se sumaron a su manifestación y huelga de hambre, que hoy mismo fue levantada, que “creo en la justicia y aquí se demostró que la hay”, dijo el edil.
Tras el acto político y la promesa de que el próximo lunes se hará presente en el ayuntamiento para retomar actividades, el ex número 10 del Tri encaminó sus pasos a la catedral, para escuchar misa, “pues yo soy católico y esta es mi casa, aquí me sentí seguro y gracias a Dios no me hicieron nada esos corruptos”.