Sistema político, decadencia y simulación

Morelia, Mich., 17 de abril. El haber detenido a los ex gobernadores de Veracruz, Tamaulipas, Sonora, Quintana Roo, entre otros, no significa que realmente se está combatiendo la corrupción a fondo. En realidad muchos mexicanos sabemos, aunque no lo podemos probar, que no es nada el desvío de recursos económicos, y el dinero obtenido por otras actividades ilícitas de estos ex funcionarios, si se compara con lo que realmente han hecho ex presidentes, ex funcionarios, actores políticos, empresarios, líderes sindicales, quienes verdaderamente han saqueado al país.

El sistema político mexicano entró en franca decadencia, y no se puede simular con una presunta limpia, cuando ya todo el sistema está contaminado, incluyendo a los partidos políticos y a los factores reales del poder, del que escribió Pablo González Casanova.

Se habla de combatir a fondo la corrupción, pero en estos momentos el gobierno federal, está promoviendo una elección de dados cargados, en el estado de México. Evidentemente que hablamos de corrupción. Porque no se puede hablar de democracia cuando se mantienen los mismos vicios de hace 70 años.

Es cierto que Duarte, Padrés, Yarrington, Borge, entre otros deben de estar en prisión, pero hay otros como Moreira que no los tocaron. Como siempre la ley se aplica a unos y a otros no. Y si creen que el PRI, con estas acciones, ya limpió sus pecados, les diremos que no, pero es una forma para ganar elecciones y justificar los posibles triunfos.

México requiere de una gran trasformación, y todo parece indicar que no PRI ni PAN tienen el más mínimo interés de lograrlo, ya han estado en el poder y han protegido y reforzado el mismo sistema que ha empobrecido a las mayorías. Cualquiera sabe que las reformas estructurales no han beneficiado ni beneficiarán a los mexicanos, si acaso a un porcentaje mínimo. Hemos vivido décadas con promesas y mentiras, y también sabemos que harán hasta lo imposible, por no permitir el acceso al poder a quien no pertenezca a ese círculo que se ha ido cerrando cada vez más.