Claudia Sheinbaum firma Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua
CDMX, 10 de julio,, 2017.- Desde 2007, el gobierno federal panista desató un enfrentamiento con los grupos de la droga, y en paralelo se estableció una lucha armada entre cárteles. El conflicto involucra a grupos criminales que luchan por controlar la ruta de drogas hacia Estados Unidos por la frontera norte y otras agrupaciones menores que se disputan plazas de micro distribución y el control de otros negocios ilícitos.
Como resultado de la irresponsable intervención federal, los cárteles aumentaron las matanzas internas y los ataques contra sedes policiales, soldados, funcionarios de seguridad y centros de drogo dependientes. El asesinato de políticos municipales y estatales de primera línea, los ataques contra la población civil, el cierre de accesos a ciudades importantes a manos de sicarios y los desplazamientos de personas de sus hogares por el aumento de la violencia. Este es el legado de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.
La violencia criminal no es nueva como estrategia de presión política y social, pero sí lo es su utilización descontrolada y los procedimientos por los cuales se busca el impacto mediático. La nueva expresión de la violencia no implica un cambio radical en sus motivaciones económicas sino un desplazamiento de sus modalidades de operación. Esto nos lleva a indagar las principales características de las conductas recientes del crimen organizado en México.
Un suceso que tuvo lugar la semana pasada, y que se dio de manera fortuita fue el decomiso de un arsenal de más de cien armas de alto poder y más de 30 mil cartuchos. Los hechos, ocurrieron en Nuevo Laredo, el principal puerto fronterizo del país. Las imágenes que las fotografías y vídeos que acompañan a la información que registra el Ejército Mexicano en su página electrónica, son impactantes se ven 78 fusiles AR-15; 13 fusiles AK-47; tres fusiles Barret 0.50”; dos fusiles G-3; dos rifles; 5 lanza granadas; 13 granadas; un cohete antitanque y más de 30 mil cartuchos de diversos calibres.
Es necesario cortar el flujo de armas y parque provenientes del mercado estadounidense, donde las fuerzas federales, y en especial los grupos de inteligencia, deben actuar con más intensidad. Tamaulipas tiene 371 kilómetros de frontera con Texas y 17 Puentes Internacionales.
Tras este decomiso están las fuerzas federales obligadas, especialmente el Ejército y la Marina, a redoblar esfuerzos para contener este tráfico ilegal de armas que tanto daño hace a México y tanta riqueza genera a la industria bélica estadounidense. El tráfico de armas es un fenómeno que está acabando con la seguridad y estabilidad social. El estudio Tráfico de armas. Entorno, propuestas legislativas y opinión pública, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, concluye que los homicidios violentos ocurridos en México están relacionados con las armas ilegales que llegan a nuestro país desde Estados Unidos, principalmente.
Dicha investigación retoma el documento cuatro hechos sobre la legislación de armas y la violencia de los cárteles en México, de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), donde revela que en México han ocurrido más de 60 mil muertes violentas relacionada con las drogas de 2006 a 2013 y “como factor detonante de esta violencia, el tráfico de armas ha jugado un papel importante”. De este tamaño es el problema que tenemos como sociedad.