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Morelia, Mich., 15 de agosto, 2017.- El Sindicato de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), está viviendo una de sus peores crisis. Divisiones internas, decisiones equivocadas, falta de liderazgo y sanciones, entre muchos otros aspectos.
El hecho más reciente fue la toma de instalaciones universitarias que hicieron los primeros días de agosto y que el sindicato tuvo que concluir ante la exigencia de sus propios agremiados, que han ido abandonando cada vez más a su “líder”.
Y es que el asunto no fue solo la toma de edificios, que además fue ilegal, sino que los empleados abandonaron su trabajo en esos días. En consecuencia, llegó la quincena y se les descontaron los tres días no laborados, como sucede en cualquier lugar de trabajo, solo que los trabajadores nicolaitas no estaban acostumbrados a eso.
El descuento se aplicó a aproximadamente el 60 por ciento de los afiliados al SUEUM, que participaron en la toma. Otra cifra significativa pues revela que el restante 40 por ciento sí se presentó a trabajar, haciendo caso omiso de las instrucciones de su “líder”.
La buena noticia que se esperaría es que el SUEUM y su dirigencia lo piensen dos veces antes de volver a hacer intentos por paralizar a la Universidad Michoacana, pues sus agremiados ya pagaron caro está vez los caprichos de su dirigente Eduardo Tena, y difícilmente volverán a hacerle caso.