La Armada de México es un baluarte de libertad: Claudia Sheinbaum
Morelia, Mich., 29 de noviembre de 2017.-Hemos visto que el problema de la violencia y el crimen organizado, incluso también del fuero común, cada vez son más graves, por más que las autoridades pretendan engañar con estadísticas hechas a modo, o con información a medias.
No existen fórmulas mágicas para acabar con este lastre, sobre todo mientras haya elementos de seguridad de los tres órdenes de gobierno y funcionarios que estén dentro de este negocio ilícito.
En su reciente visita el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, dijo que de ganar la Presidencia cambiará la estrategia de combate al delito que inició Felipe Calderón y prosiguió Enrique Peña, porque no ha funcionado por querer apagar el fuego con el fuego, “no se puede enfrentar el mal con el mal”.
Recordó que Calderón se robó la Presidencia y para apodarse del gobierno, y legitimarse, visitó Apatzingán le pegó un garrotazo al avispero, declaró la guerra a la delincuencia y desde entonces, porque Peña siguió con la misma estrategia, se han registrado 230 mil asesinatos, más de un millón de víctimas de la violencia.
México, añadió, es el segundo lugar en el mundo en violencia, “convirtieron al país en un cementerio, ya no vamos a seguir con eso, no es con el uso de la fuerza como se resuelven esos problemas, debemos de atender las causas”.
Planteó que si se rescata al campo, si hay trabajo, si se atiende a los jóvenes, si hay bienestar, se serenará Michoacán y a México.
Seguramente hay buenas intenciones, pero la realidad nos ha enseñado que no hay forma de frenar a la delincuencia. Sin duda es buena estrategia la educación y el empleo, pero quién podrá limpiar con toda certeza a los cuerpos de seguridad. Es difícil y complicado. Aunque el primer paso, debería ser desterrar al máximo la corrupción.
Esta última palabra, todo parece indicar, será la causa principal para impedir lograr un avance verdaderamente democrático. Lo cierto es que no hay mucho para dónde hacerse. No obstante será interesante observar la ruta que llevará el país, pero no es que sea uno ave de mal agüero pero han pasado décadas y ni la burla perdonan.