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CIUDAD DE MÉXICO, 4 de mayo de 2019.- Ya es hora de que en nuestro país se escuche la voz de niñas, niños y adolescentes, se les empodere, opinen y participen en las decisiones sobre los problemas que les afectan, afirmó el Ombudsperson nacional, Mtro. Luis Raúl González Pérez.
Al presentar la Colección de Cuentos Las aventuras de Tati y Julián, de la autora Paula María García Villegas Sánchez Cordero, el titular de la CNDH convocó a sociedad y autoridades a trabajar y lograr un país de derechos de los niños, donde las prerrogativas al juego y recreación no se pierdan, y se prevengan y erradiquen el acoso escolar y la violencia en las escuelas.
Señaló que dicha colección se conforma de tres historias, Tati, La Comunidad Valora a Don Florentín y El Niño que Cuida el Ambiente, protagonizadas por niñas y niños quienes observan y reflexionan sobre distintas vivencias y situaciones que ocurren en sus entornos familiar, escolar y social.
Indicó que los cuentos permiten introyectar e interiorizar valores, como defender lo que nos es común a todos, como el medio ambiente, y cuyo cuidado es un compromiso de los que hoy estamos en el planeta para con otras generaciones.
Explicó que esos principios, valores y convivencia, aprendidos de manera tan sutil y agradable a través de la lectura, ayudan mucho en la formación de niños y niñas.
En presencia del Titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Enrique Quiroz Acosta, González Pérez propuso que esa instancia y la CNDH conjunten esfuerzos y firmen un convenio para la difusión en todas las escuelas del país de estas obras editadas por la Comisión Nacional.
La Magistrada García Villegas Sánchez Cordero lamentó la violencia a que están expuestos niñas y niños, y destacó que, a través de la lectura de los relatos de la colección, además de conocer sus derechos, podrán observar situaciones que enfrentan en sus entornos social, educativo y familiar, como bullying escolar, las relaciones con su familia, así como su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
En estos textos, señaló, se enfatizan las obligaciones de las familias, sociedad y Estado en la protección de los derechos humanos, las cuales implican satisfacer plenamente las necesidades vinculadas a todos los ámbitos de su desenvolvimiento individual, incluyendo la apropiación de valores, una cultura de paz y rechazo a la violencia.
Resaltó que los cuentos abordan temas vinculados con los derechos de niñas y niños, la amistad y compañerismo basados en el respeto a la diversidad; la solidaridad con los miembros de la comunidad y las personas mayores; la comprensión mutua, y la crianza de las hijas e hijos con perspectiva de género.
La niña Luna Moulia Rodas, invitada especial de la CNDH, leyó fragmentos de los tres cuentos y manifestó que fueron de su agrado porque relatan el respeto hacia niñas y niños cuando ingresan a otro plantel escolar, la solidaridad entre ellos y ellas, y las tareas comunitarias que pueden realizar para cuidar el medio ambiente.
Con la representación del Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, el licenciado Quiroz Acosta destacó la importancia de la lectura en todas las edades, y dijo que las que nos modelan para la vida son las efectuadas en los primeros años de la vida.
Pidió a la Comisión Nacional vincularse con otras instituciones para beneficiar a la niñez, y ofreció transmitir el mensaje del Ombudsperson al titular de la SEP para que ambas instituciones trabajen conjuntamente.
Por su parte, la Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, Blanca Lilia Ibarra Cadena, comentó que estos libros nos llevan a recordar, soñar, y ver con mirada de niños el mundo que vivimos.
Comentó la protección a la niñez amerita atención prioritaria, y por ello celebró la oportunidad que da la CNDH de enfrentar el desafío de ampliar el conocimiento de los derechos humanos e impulsar su cumplimiento a través de una agenda de justicia social.
Concluyó que el mundo sería distinto si se apreciara desde la óptica transparente, franca, justa de niñas y niños. Por eso, dijo, llaman a la reflexión sobre qué estamos haciendo desde cada trincheras en beneficio de las nuevas generaciones que no son el futuro, sino el presente de México.