Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
@guerrerochipres
Si las amenazas en redes sociales o la difusión de contenido privado ya representaban un riesgo para las y los internautas, la Inteligencia Artificial (IA) es un desafío mayor para la ciberseguridad. Ahora la creación de imágenes íntimas es una forma de violencia de género.
Recientemente, un joven de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) fue expulsado porque comercializaba imágenes íntimas reales y manipuladas con IA de sus compañeras. La agresión cibernética, que atenta contra la intimidad sexual y es sancionada con cuatro a seis años de prisión, de acuerdo con el Código Penal de la Ciudad de México, se ha incrementado en los últimos meses.
No hace mucho, imágenes íntimas de la cantante española Rosalía circularon por redes sociales, lo que causó indignación por la facilidad con que esta herramienta puede ser utilizada por los cibercriminales para atentar contra la integridad.
Datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que de los mil 253 casos de apoyo dados este año por sextorsión, el 11 por ciento se dieron en la plataforma de Telegram, donde, según las declaraciones de las víctimas del IPN, Diego N. tenía más de 166 mil imágenes de la compilación del estudiante, de las cuales el 40 por ciento correspondían a alumnas de la institución.
Frente a esto, es importante crear una conciencia cívica digital para frenar los ataques cibernéticos que vulneren la intimidad. Este delito representa un vacío legal, el cual requiere atención urgente, pues no existen actualmente sanciones en el país y en gran parte del mundo que regulen el uso de la IA.
A menudo, los algoritmos perpetúan sesgos de género, por lo que la conciencia cívica digital se vuelve fundamental en este contexto. La educación sobre la violencia de género en línea es esencial para combatir este problema. Esto implica fomentar un ambiente en línea seguro, en el que las usuarias se sientan protegidas y respaldadas.
Es imperativo que las empresas tecnológicas asuman la responsabilidad de abordar la violencia de género en sus plataformas. Esto implica la implementación de políticas más estrictas contra el acoso en línea y la revisión de algoritmos para eliminar sesgos de género.
Además, es esencial que las conductas ilegales sean denunciadas, sumado a la protección de las víctimas tanto jurídica como psicológicamente. En la Línea de Seguridad y Chat de Confianza del Consejo Ciudadano, 55 5533 5533, se proporciona contención emocional y acompañamiento jurídico gratuito, confidencial, 24/7 y para todo el país.
La tecnología no es un escudo que nos exime de nuestras responsabilidades cívicas; por el contrario, nos da una: ser ciudadanos conscientes y éticos en el mundo digital y en el físico.